dissabte, 18 de gener del 2014

recordándote, queriéndote, esperándote.

'Y de repente, me desperté. Notaba como el corazón me iba a mil por hora, como estaba empapada en sudor y sentía un nudo enorme en la garganta que amenazaba con deshacerse y obligarme a romper a llorar. Me incorporé en la cama y me senté en el borde de ésta mientras apoyaba mis codos encima de mis piernas y escondía mi cara entre mis manos. Últimamente tenía muchas pesadillas relacionadas contigo. No eran los típicos sueños bonitos y perfectos de los que no deseas salir, sino todo lo contrario, deseaba despertar lo antes posible de esas pesadillas. Te ibas..esa era mi pesadilla. Te ibas sin despedirte, lo hacías con tanta facilidad que de verdad me dolía. Y al despertar solo podía pensar en una cosa; si una persona te quiere no puede irse así sin más, ¿no? pero claro, eso es si te quiere y tú precisamente eso no lo hacías. 

Me giro levemente y veo que el otro hueco de mi cama está vacío. Me levanto de la cama intentando no llorar pero eso últimamente es una tarea difícil. No había caído que las pesadillas son sueños que también se pueden hacer realidad. Y esa era mi realidad, mi peor temor...no estabas. Me acerqué al escritorio y cogí mi teléfono; marqué esos nueve dígitos que me sabía de memoria. Un tono, dos tonos, tres tonos y..

-¿diga?- escuché.

notaba como mi respiración se entrecortaba y el corazón volvía a irme a mil. 

-¿eres tú?- preguntó.

y colgué; colgué intentando convencerme de que no sentía lo mismo, no podía, joder. Tiré mi móvil encima de la cama mientras apoyada en la pared empecé a deslizarme hacia el suelo. ¿cuanto tiempo hacía que él había salido de mi vida? lo sabía perfectamente pero, ¿como podía tenerlo aun tan presente? ¿como podía seguir notando que mi corazón seguía latiendo al mismo ritmo que el suyo? ¿como podía seguir dependiendo de él? ¿como podía seguir teniendo el mismo efecto en mi? era tan injusto, no podía seguir queriéndole mientras él era feliz y seguía su vida sin mi.

mi cabeza era consciente de que había llegado la hora de pasar página, pero díselo al corazón, ese que está tan empeñado en seguir recordándote, queriéndote, esperándote..

no podía pasar página, quería (en realidad no) pero no podía.

una pequeña parte de mi albergaba la esperanza de que tarde o temprano te darías cuenta de todo lo que habías perdido y volverías a por mi para irnos bien lejos como ambos queríamos pero eso nunca ocurrió. Lo único que pasó es que llegó el invierno.

un invierno en el que hacía más frío de lo normal, supongo que fue porque me faltabas tú y acabaría congelada sabiendo que nunca regresarías a por mi...
nunca fui motivo suficiente para ti,
ni lo seré nunca para nadie.'


-Ann.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada