divendres, 29 de maig del 2020

¿Va a tratarse siempre de ti?

A ti, a mi yo de hace unos 5 años, te digo que cuando llegues a donde estoy yo, las cosas serán distintas pero, todavía vas a quererle. Y lo harás porque fue la única persona que te hacía superarte a ti misma y fue también la que te descubrió lo bonito que era empezar a creer en ti y en lo que hacías, aunque en ese momento no supiste verlo. Y esa parte va a seguir siempre contigo, aunque ni tú quieras. Yo pensaba que eso eran tonterías, ¿sabes? Siempre había escuchado por ahí que todo el mundo tiene a alguien en su vida que marca un antes y un después, se quede o no. Y yo... no quería creerlo. Yo quería que quién marcase mi vida fuese yo pero, aunque eso lo estoy intentando, pienso en eso que te digo y apareces tú. Apareces marcando esa diferencia y dejando que todo lo que viene después no importe nada. Y es jodido y quiero que tú, osea yo, lo sepas. Porque sí, porque llega alguien que descubre cómo verte, llega a los lugares más recónditos de tu vida, cuerpo y alma y hace que las cosas cambien. 

Tú, que echaste fuera muchos miedos que ni sabía que tenía, tú que me mirabas y me veías cuando hasta ahora solo era una sombra que pasaba desapercibida. Contigo perdí todas aquellas cosas insignificantes que hasta ese entonces sentía que lo eran todo y aprendí que siempre puedo dar un poco más de mí y hacer lo que realmente me hace feliz. Yo siempre me ponía metas y límites y tú solo me enseñabas que no había nada que podía pararme. Echarás de menos sus enfados tontos, porque ahora sabes que lo son, por ver como te conformabas con lo que tenías y dejabas atrás todo lo que soñabas. Te enseñó que siempre hay otra cara y que las cosas malas a veces no lo son tanto. Te mostró lo duro y bonito que puede ser verse a una misma y empezar a quererse y, aunque pasen los años, nunca se te va a dar igual de bien que como cuando él estaba contigo. Y eso lo odiarás con toda tu alma pasen los años que pasen. 

Descubriste, aunque no lo sabes, gracias a él el significado de la palabra querer y lo que conlleva hacerlo. Y eso también lo odiarás porque aunque lleguen miles, que lo harán, siempre encontrarás que nunca es suficiente. Que después de haber descubierto la conexión tan inexplicable que te unía a él, no vas a esperar ni querer menos que eso. Y lo jodido, ya te aviso para que no te hagas ilusiones, es que cuesta encontrarlo. Te parecerá una tontería pero nunca había creído en eso del amor de tu vida y de que el querer duraba tanto pero es que me preguntan por ti o ni siquiera hace falta que lo hagan, y apareces tú, apareces con tus letras reconociéndome y haciendo que me sienta a salvo. E irte, fue como si me echaras de mi propio hogar, como si no encontrase de nuevo la puerta que me lleva a mi refugio, como si no encontrara el norte en medio de este camino oscuro. 
Siempre te ha dolido que la gente se vaya pero, él, va a ser devastador y solo quiero que lo sepas para que te agarres, te pongas el cinturón, porque vienen curvas y al final un puto muro de hormigón. 

Solo quiero que sepas, mi yo del pasado, que el futuro no está tan mal porque en él conocerás a gente que se acercará a esa parte tan tuya y, aunque al principio creerás que irá bien, no lo hará pero, descubrirás que no pasa nada, que la vida se basa en eso, en intentarlo y, descubrirás que aquello que en ese momento duele, con el tiempo lo hará un poquito menos aunque... eso de echar de menos y volver a momentos ya sabes que nos viene de serie y que no seriamos nosotras sin un poco de nostalgia, música triste y recordar que no estás. Porque al final, tienen razón: se supone que dicen que a lo largo de tu vida tienes 3 amores y yo, de momento, solo he encontrado dos: mi amor propio que está de camino aunque a veces parece que ni se sitúa, como si se encontrase en un punto muerto y está intentando encontrando la señal que le de las indicaciones para llevarme a buen puerto y, luego, estás tú, que ni siquiera hace falta que diga tu nombre -si en algún caso, por las casualidades de la vida, vuelves a encontrarme, sabrás que eres tú- tú, que te encuentras en mi piel como si todavía siguieras tocándome. Te encuentras en mi forma de ser y en mi forma de querer, y en la de no conformarme con menos que lo que tú me diste. 

A ti, mi yo del pasado, el tiempo te acabará enseñando que todo pasa por algo y que a veces no hay explicación alguna ante aquello que nos duele, que las cosas vienen, se aceptan y se sigue. Porque lo peor ya te ha pasado y, ahora, después de tantos años, te toca vivir de nuevo aunque a veces sea echando de menos.

-Ann.


dijous, 14 de maig del 2020

Nunca te me acabes.

Nunca pensé como algo podía llenarme tanto. Tus brazos alrededor de mi cuello cuando ni siquiera puedes estirarlos más de dos palmos y, fíjate tú, la capacidad que tienen para llenarme de vida. Tu cara a través de la puerta que me impide llegar a ti, tu risa como si lo entendieras todo y supieras que las cosas van a ir bien. Las miradas que nos echamos cuando sabes que haces algo mal, y te ríes como si fuese el mayor secreto del mundo y solo quieres que yo te lo guarde. Tus pasos que me acercan a ti y tu mirada reconociéndome después de tantos días sin verte y acabando con mis miedos de que no te acordaras de quién soy y cuánto te quiero. 

Esconderte detrás de tus manitas para luego sonreír y gritarme que por fin estoy aquí. Tus "no" cuando te digo que me voy, y tus peleas conmigo contra mis "sí" que me separan de ti. Tu sonrisa cuando ves que me acerco y tu manita diciéndome adiós cuando me alejo. 

Solo espero que pasen los años y me sigas mirando y sonriendo como si quisieras que aún te guarde todos tus secretos. Ojalá decir tu nombre y que todavía me dejes encontrarte detrás de esas manos mientras te escondes y, ojalá también, que sean siempre tus abrazos los que traigan tanta calma dentro de toda la tempestad que aquí dentro todavía me recorre. 

-Ann.

dimecres, 6 de maig del 2020

Recuerdos difuminados.

Siempre había oído que cuando quieres a alguien, tienes que dejarlo salir, a raudales y sin frenarlo. Lo que nunca me habían dicho es qué debía hacer con ese sentimiento cuando todo se acaba. Si ya de por sí es difícil explicar como te sientes cuando amas, lo es todavía más la devastación que se queda en ti cuando todo acaba. Cuando eso pasa sientes que todo se desmorona dentro y que hay algo que te pide salir y ni siquiera sabes como darle forma. Lloras, gritas, te quedas horas mirando por la ventana como si la última hora no hubiera pasado y lo peor de todo es que sigues amando. 

Porque lo peor de decir adiós es que tú te marchas pero en ti, todo se queda. Incluso los recuerdos difuminados de todo aquello que no llegaste a vivir pero sí soñabas. Lo único que con el tiempo acaban volviéndose borrosos, o como un papel arrugado perdido entre tantos en una caja en el desván de casa, que sabes que está pero no sabes dónde ni como estarán después de tanto tiempo. Porque lo peor de decir adiós es que no sabes como hacerle frente a lo que viene después: porque tienes que hacerle frente a la ausencia de llamadas y a los silencios que hay en ellas solo para que estés un rato más, desaparecen las miradas que hacen que lo entiendas todo y de las que siempre te quejabas, desaparece la forma en la que te ríes por algo que digo y por todo lo que me gustaría poder decirte y vivirte. 

Porque cuando pierdes te vuelves experta en llorar en silencio en un mundo que no para ni calla, y menos lo hará por ti y por sentir que te estás perdiendo y consumiendo poco a poco. 
Y es que siempre había oído que cuando quieres a alguien, tienes que dejarlo salir, lo que nunca he oído es como hacerle frente a todo lo que llega después de ti. 

-Ann. 

divendres, 1 de maig del 2020

Declaración de paz.

Estamos acostumbrados a que se declare la guerra con los destrozos que ésta conlleva y nunca somos capaces de declarar el amor así que hoy, desde mi libertad, me declaro como tuya. Y lo hago porque me gusta cuando usas el te quiero para declarar la paz en medio de nuestra propia guerra. Y me gusta todavía más cuando yo uso los "idiota" como excusa para no descubrirte que yo también lo hago, lo de quererte.

Me declaro como nuestras porque siempre vamos a sentirnos como casa y tú siempre me verás como vida en esa casa destruida en la que dices que vives. Lo que nunca sabrás, o quizás ahora un poco, es que aun en la intemperie, en medio de la peor catástrofe o incluso sin nada, el destrozo que llevas encima será mejor hogar que el de no tenerte. Y eso es porque contigo solo puedes encontrar mi verdadero yo y, ese... ese es mi verdadero problema. Porque llegas y sé que esto no va a volver a pasar, es cómo cuando tienes esa sensación en el estómago en el que sabes que es ahora o nunca, porque mañana ya no estará.

Y puede que no sepa qué va a ser de esto mañana pero, ¿sabes qué? No importa lo que venga, no importa que tengas miedo, ni tampoco que despierte cosas inexplicables, ni que a veces encontremos silencio cuando realmente pedimos a gritos un "quédate", no importan los espacios que tenga que dejar entre tú y yo porque al final, el camino acaba en el mismo lugar. Y acaba conmigo queriéndote aquí y allí. Acaba conmigo a las tres y cuarenta y cinco de la mañana escuchándote reír y acaba contigo mirándome callada como si delante tuvieras a lo mejor que la vida ha podido traerte. Y aunque eso a veces de un miedo de la hostia, aunque a veces no sepa ni siquiera cómo mirarte después de sentir como tú me miras, aunque a veces me de miedo no saber siquiera qué decirte para que sepas que estoy, lo único que puedo ofrecerte es abrirme en canal y que te encuentres en estas letras que ya no son mías, sino que también son tuyas.

Así que, sí, me declaro como tuya y entre estas palabras en las que soy pura y sencillamente yo, solo quiero que recuerdes que no hay mejor hogar que tú, aunque a veces ni siquiera tú te quieras habitar. 

-Ann.