dijous, 17 de juliol del 2014

Necesito tenerte aquí.

'recuerdo que cuando era pequeña adoraba el momento de despertarme, fuese la hora que fuese..Me incorporaba en la cama y sonreía para mis adentros al escuchar el famoso ruido de cada mañana acompañado del olor de café. Pegaba un salto y me bajaba de mi cómoda cama para salir al pasillo, aquel que tantas veces había corrido cada noche con miedo porque creía que vendría un monstruo a por mi. 
Nadie sabía que me tiraba un par de minutos escondida detrás de la puerta para que nadie me viese, me apoyaba en la puerta y miraba hacia el sofá, ahí estaba siempre mi madre; veía como movía la cucharita dentro del café y cerraba los ojos mientras me venía ese olor tan familiar. Después, abría la puerta lentamente y ella levantaba la mirada y me sonreía. Siempre, no había ni un solo día en el que no me sonreía, lo hacía aunque las cosas no fuesen bien..me hacía un gesto con la cabeza y me acercaba a ella corriendo. Ella me abría los brazos y me sentaba en su regazo abrazándola y ahí, apoyada en su hombro sabía que las cosas iban a ir bien. 

Y ahora..ahora me despierto por la mañana odiando ya ese día no porque sí, siempre hay una razón. Me incorporo en mi cama y después de estirarme un par de veces me asomo al pasillo pensando en que seguirán persiguiéndome los monstruos que de pequeña lo hacían sin saber que el monstruo he acabado siendo yo. Sigo esperándome en la puerta del pasillo y me asomo deseando volver tiempo atrás, como si al cruzar esa puerta las cosas cambiaran pero eso nunca pasa. Miro a mi alrededor y el comedor está vacío, no huele a café y no oigo el ruido de la cuchara en él. Cada mañana me acerco al sofá y me siento en él deseando que esté ella ahí para abrazarme y así saber que voy a estar bien pero miro a mi alrededor y no hay nadie. Hay días en los que se me escapan un par de lágrimas al ver cómo las cosas han cambiado, otros intento abrazarme a mi misma mientras me repito una y otra vez que las cosas cambiarán pero..hay días como los de hoy; que deseo despertarme y salir corriendo como una niña pequeña y encontrarte justo ahí como lo hacía todas y cada una de las mañanas, fue duro la primera vez que tuve que despertar sin ti y, mamá, lo sigue siendo. Hoy me hubiese gustado encontrarte, hoy de verdad necesitaba tenerte aquí, que me dijeras que todo va a estar bien. Necesito que hagas que me crea que esto es solo una mala racha y que lo bueno ya vendrá. Necesito abrazarte y saber que las cosas van a ir bien, que todo cambiará.

Pero..¿sabes lo que más necesito?

Tenerte aquí.'


-Ann.