diumenge, 19 d’abril del 2020

El bucle en el que vivo.

Eres un callejón sin salida que no me deja tomar otra dirección. Eres tú, que me invades con todas tus ganas y haces que no pueda ni quiera salir de ésta. Eres un quiero y puedo al mismo tiempo cuando, hace años, siempre pensaba que tener el primero no significaba conseguir el segundo. Eres tú, que vienes en formato canción y te pongo en bucle para que cuando acabes, vuelvas de nuevo y no pueda olvidarme de que estás. Eres los "quédate" a las cuatro de la mañana que se burlan del insomnio porque si estoy es por ti, no por él. Eres el silencio al otro lado del teléfono cuando me despido solo para retenerme un poco más. Eres la risa que siempre viene después al descubrir tus ganas de mí, de nosotros, de tenernos.

Eres el sonido del teléfono al colgar haciendo que me de cuenta que ya te echo de menos. Eres el frío que dejas al otro lado de mi cama porque todavía no estás. Eres los besos en los que ya te pienso. Eres quien encuentro en los abrazos que todavía, aun, no doy. Eres, en todos los sentidos que implica la propia palabra y con eso, yo también soy. 

-Ann.

dijous, 16 d’abril del 2020

Las cosas estarán bien.

Me gusta cuando me descubres canciones que te hacen pensar en mí pero hoy... hoy te hablo de esa canción que dices que habla de ti. De tus noches en medio de la oscuridad que no te dejan respirar, de las mil y una vueltas que das deseando poder desaparecer, de los nudos en la garganta que tanto intentas deshacer y por cada intento, siempre sientes que te ahoga un poco más. Me gusta cuando escribes sobre tus miedos intentando saber de donde vienen pero, al mismo tiempo, me da miedo verte con un bolígrafo y un papel porque sé que las cosas no están bien. 

Siempre dices que todo pasará, que después del abismo seguramente ya podrás volar. Lo que nunca me descubres es hacia dónde y si a mí me dejarás estar.

Me gusta cuando estás en todo tu estado natural, 
cuando me haces reír hasta llorar, 
cuando me miras como si fuese hogar.
cuando me cuidas cuando no puedo más.

Me gusta cuando me dejas estar,
que yo sé que todo pasará y que cuando por fin vueles
todo cuanto te hace daño se acabará. 

Y déjame decirte que por mucho que ella vuelva ésta vez, contigo, ya no podrá.

-Ann.



dimecres, 15 d’abril del 2020

Mañana no me sirve porque ahora ya estás.

Siempre parece que nos estamos quedando sin tiempo y cuando menos te lo esperas ya estoy despidiéndome de ti como si no llevase todo el día colgada de tu boca. Y yo, cómo no, solo sé utilizar la misma excusa de siempre: mañana volveré a estar aquí. Y a ti el mañana no te sirve, te sirve que ahora estoy y que en unas horas no sabes si ya me habré dado cuenta del desastre que eres. 

Tú y tu estúpida creencia de las catástrofes naturales cuando se trata de ti. Porque para hecatombe el que dejas en mi cada vez que te vas. Desastre, el que surge aquí dentro, en el centro de mi pecho, cuando te escucho reír. Y para catástrofe el que vivirá el mundo cuando pueda abrazarte, tocarte, sentirte y quererte. Porque no, porque aunque pasen los días, incluso las semanas no descubriré nada de ti que haga que pueda marcharme. Porque cuando se trata de ti, se trata de casa. Se trata del sitio al que siempre quiero volver. Se trata de no sentirme ni sentir que soy en ninguna otra parte en la que tú no estés. Porque estás y parece ridículo el simple hecho de pensar eso pero, estás y eso hace que yo vuelva a estar y que el mañana tampoco me sirva. Porque para mañana ya dejo mis miedos y para hoy, para hoy estoy repleta de ganas que desean encontrarse contigo desde ayer. Porque incluso ayer ya me parece tarde cuando se trata de que tú llegues y ya sabes que no soporto que me hagan esperar. 

Pero llegas, con tus miedos, con tus palabras silenciadas, con tu mirada que ahoga y puede hacer tambalearse a la persona más cuerda del mundo, y lo silencias todo. Haces que incluso durante unos segundos se detenga mi canción favorita y lo nublas todo con tu voz a las tres de la mañana pidiéndome que ésta vez tampoco me vaya. Que tan solo un poquito más. Y siempre mientes, porque yo sé que con ese poco nunca tendremos suficiente. Porque siempre voy a querer más; más de ti y de tus ganas de quedarte. Más de tu cabezonería y tu forma de cuidarme. Más de tus canciones sin sentido y de sentir que puedo encontrarme en ti, casi como si yo fuese como tú. 

Así que no, a mi el mañana tampoco me sirve cuando se trata de ti, y ¿sabes por qué? Porque aunque te declares desastre, yo, hoy, me lo declaro contigo. 


-Ann.