divendres, 31 de gener del 2014

Ponle fin a nuestra historia que yo no me atrevo.

'él era el típico chico que pasaba de todo, que le daba igual como te sentías o lo que pensabas, ni qué decir que nunca creyó en el amor. Ella era la típica chica rara y tímida que le importaba todo lo que le decían y tenía pánico a enamorarse porque sabía que nadie con dos dedos de frente se fijaría en una chica como ella. 

él estaba dispuesto a conseguirla y hacer como hacía con todas, ser una más, decirle un par de palabras bonitas, tratarla como cualquier chica quiere ser tratada- sin saber que ella no era cualquiera- y así caería, no se equivocó. Ella solo buscaba al chico perfecto, aquel del que tantos libros había leído, aquel que iba a buscar al amor de su vida porque la quería y permanecía el resto de su vida con ella. Por un breve instante pensó que lo había encontrado, que él sería el chico por el que dejar toda su vida y por el que valía la pena arriesgarse por aquello a lo que llaman amor pero..

..éste no era uno de esos libros con final feliz..en la vida de ella no existían. 

quizás no eran los típicos chicos que piensas que pueden acabar enamorándose, pero esto sí que era la típica historia en la que la tía se hace la dura, intenta por todos los medios resistirse a los encantos del chico encantador y aun creyendo que lo había conseguido, acaba fracasando. Cae en sus redes e intenta escapar pero ya no puede, ¿cómo iba a escapar de él? ¿cómo no iba a gustarle que él solo tuviese ojos para ella? ¿cómo iba a resistirse a sus palabras bonitas? ¿a sus celos? ¿cómo? Y éste es ese momento de la historia en la que la chica decide arriesgar e ilusionarse, ¿porqué no? ¿qué puede salir mal? (todo) pero en ese momento no le importó y por eso se enamoró, y sabía que si le perdía no sabría cómo continuar su vida porque él empezaba a ser esa vida. 

¿surgió el amor? os preguntaréis, por parte de ella sí. A ella le encantaba verle sonreír de la nada mirándola, le encantaba ver las manos de él en su cintura, sentir sus besos, sus caricias, sus te quiero- sin saber que eran mentira- sus abrazos, su forma de hacer verle la vida, esa melodía que sonaba al reírse, ese todo de él . ¿y él? ¿qué pasó con él? muchos fueron diciendo que para él, ella fue la primera chica por la que sintió algo, otras personas (yo), dicen que nunca la quiso, que eso se nota tío, sino que se lo pregunten a esa chica de la típica historia de amor truncado, o preguntármelo a mi, que viene siendo lo mismo.

y no, no hubo final feliz como en esos tantos libros que siempre leo, pero es que en ellos tampoco sabemos si los personajes siguen felices, y sobretodo juntos. 
Él es feliz, con el amor de su vida.
yo soy (in)feliz, esperando que el amor de mi vida deje al amor de su vida pero no tiene pinta de querer volver y yo soy incapaz de borrar los tres puntos suspensivos de nuestra historia, ven tú a ponerle fin que yo no me atrevo, chico.'

-Ann.

dimecres, 29 de gener del 2014

Fin de la partida de ese juego llamado amor.

'no puedo imaginarme el día en el que no te recuerde, ni tampoco puedo saber como continuaré mi vida después de haberte olvidado, solo sé que seré una chica más con miedo a enamorarse y llena de cicatrices invisibles para los ojos de aquel que nunca ha querido a nadie. Pero hasta que ese día llegue solo puedo intentar seguir mi vida sin ti, no pensaba que me costaría tanto pero ya ves, no se me da nada bien. Muchas veces he seguido pensando que tú eras lo que tanto necesitaba, que eras tú el que me llegó a querer aun sabiendo que ya me habían roto antes y que si me querías solo lo harías a pequeños pedazos que quedaban de mi..sabía que si me arriesgaba me volverían a romper el corazón de nuevo pero es que cuando estaba entre tus brazos eso no me importaba, solo me importaba escuchar el sonido de tu corazón mientras mi respiración intentaba alcanzarle para ir a la misma velocidad, pero supongo que el tiempo no me ha dado la razón y que yo no era para ti, pero tío sé que tú si que eras para mi, no podías no serlo (no puedes). 

a veces intento convencerme de que ya no te quiero, pero no es tan fácil, es que no me lo creo ni yo.

y como sigo queriéndote, muchas noches me pongo a pensar en ti, en mi, en ese nosotros en el que creí y me doy cuenta de que para ti todo esto empezó como un juego, ¿verdad? lo intentaste con tantas y solo yo fui la tonta que te creí, supongo que son cosas del amor. Creías que con el tiempo te enamorarías mientras que yo ya estaba pillada hasta las trancas por ti. Sé que intentaste quererme pero las cosas no funcionan así, no puedes elegir a quién te dé la gana y decidir quererle porque no lo harás.. te juro que me hubiese gustado que lo consiguieras pero..
incluso sabía que no me querías y aun así quise quedarme a tu lado, no sé, llámame tonta pero es que sabía que si te dejaba no podría continuar con mi vida, no podría estar sin tus besos- esa droga de la que acabé enganchada- ni sin tus abrazos- mi lugar favorito en todo este puto mundo- pero supongo que al final me dí cuenta de que no servía de nada estar contigo cuando en realidad no te tenía, cuando en realidad no eras mío, ni tan solo un poquito.

oye, ¿no crees que tú también podrías haber detenido todo esto? Podrías haberme dejado antes si sabías que tarde o temprano ibas a romperme el corazón, ¿no? Pero no, tú seguiste con este juego en el que decías quererme y yo fingía creerte, y nos iba bien pero era un juego que se nos fue de las manos y decidí acabar la partida..

Game over, chico..pero la que acabó perdiendo fui yo, como siempre. 

Solo te diré una cosa, vuelve si quieres, encuéntrame y si estás dispuesto echaremos otra partida de mi juego favorito que tanto me rompió, pero ésta vez te tocará perder a ti, pero eh, nada de amor, sino mírame, éste me ha acabado consumiendo, y si hay algo que se tiene que consumir aquí que sean los cigarros que me fumo todas esas noches en las que no estás, que ya van siendo muchas pero tendré que encontrar algo que me enganche aparte de ti que sino no te olvido..'

-Ann

Mi canción favorita.

Es raro que cada vez que me ponga a escribir sobre cualquier tema, siempre acabes apareciendo tú. A lo mejor es que estás relacionada con lo que escribo. O que no quiero olvidarte, y la mejor manera de no hacerlo para mí, es escribir. Aunque por mucho que quisiese, de mi mente no te vas. Ni con vodka, ni con llantos, ni con un martillo. Sigues ahí, pegada como... como algo que se pegue mucho. Mierda, con lo bien, que me estaba quedando. Te pegas como... ¿un chicle? No, qué asco. ¿Como una chuche? Tampoco. ¿Algo que se pegue? No lo sé.
Lo que sí que sé es que cuando veo que vienes siento trompetas tocar, en mi cabeza. ¿Es eso raro? Creo que tratándose de ti, no. Tus piernas al caminar ya hacen el resto. Son como el primer verso de un gran hit. Y tu pelo, largo pelo, suave como una catarata, lo continúa, como la introducción a algo que no te dejará indiferente. Y tus ojos, ¿quién les diría que no? Son como poesía musicalizada, dulces y de color café. Y tus labios, como perfecto estribillo de esta harmonía que eres tú entera. Y tus pechos, que no paran de resonar dentro de mi cabeza, al ritmo que marcan tus piernas. Y luego está tu culo, que hace que el arte que creas se termine perfectamente, dejando tu áurea intacta. Y al verlo, triste, sé que se ha acabado, al menos por un tiempo, hasta que no vuelva a escucharte. Y los violines anuncian el final de tu estancia.

Te pegas como mi canción favorita.


-Alejandro.

dimarts, 28 de gener del 2014

Bésala pero cuando lo hagas no pienses que soy yo, que te conozco y sé que lo harás.

'Él había prometido no buscarme de nuevo, de hecho a todos sus colegas le decía que ya había pasado página o al menos eso parecía mientras besaba a esa chica. Y yo tenía que soportar ver como se enamoraba de otra mientras seguía queriéndole como nunca antes había querido a nadie. Me pasé noches enteras llorándole por haberse ido, deseando que volviese y que todo siguiera como antes; él en mi vida, yo en la suya, queriéndonos sin pausa, perdiéndonos juntos sin miedo a nada sabiendo que teniéndonos el uno al otro éramos felices, que con eso nos bastaba, ¿recuerdas?

Y cuando me planteé seriamente que esto tenía que acabar, cuando decidí que era el momento de pasar página y seguir con mi vida, el momento de enamorarme de nuevo, de cometer errores, de arriesgarme..justo ahí, apareciste de nuevo diciendo que me echabas de menos. Diciendo que no podías sin mi, que me necesitabas, que yo era lo mejor que habías tenido y que solo te había hecho falta perderme para darte cuenta de ello, pero a mi eso no me servía de nada, chico. Seguías besando otros labios y a su misma vez me decías lo mucho que me querías, ¿para qué mientes? ¿qué consigues con eso? ¿quieres romperme un poco más el corazón? Pero a quién quiero engañar..esos te quiero y todas tus palabras me daban la vida de nuevo, llenaban ese vacío que empecé a sentir desde que te fuiste.. me sentía completa de nuevo, como siempre me sentía cuando estaba contigo. He intentado convencerme de que no me merezco a alguien que me quiera a ratos o cuando le apetezca, pero es que me está costando la propia vida convencer a mi corazón, ya sabes que es muy cabezota en cuanto a amor se refiere. Recuerdo esas palabras que revivían todo esto que siento ahora mismo. Recuerdo como me sonó la melodía del teléfono y como se me disparó el corazón al leer tu nombre; ¿y esa sonrisa que se instaló en mi cara que parecía no ser borrada, qué? Leí tu mensaje;

"creerás que todo esto es un juego, pero para mi no lo es. Me he dado cuenta de que te quiero y que por mucho que haya intentado mantenerme alejado de ti, no puedo. Eres lo más importante que he tenido, eres la única tía que ha estado ahí para mi y es que no puedo seguir como si nada después de saber que sigues queriéndome, o eso dicen por ahí, dime que es verdad, dime que todavía me quieres."

No sabía si llorar porque sentía que habías vuelto, o reírme porque sabía que era mentira. ¿tú sabes las veces que había deseado que volvieras a mi vida? ¿lo sabes? ¿sabes las noches que me he pasado despierta hasta las tantas pensándote? Y ahora..vuelves y no sé que hacer. Si hago lo que mi corazón me pide, sé que me quedaré ahí para ti como siempre ha sido, pero si decido hacer caso a la razón; me iría dejándote siendo feliz. Y me fastidia que el corazón y la razón no sigan el mismo camino..¿porqué me haces esto? ¿porqué vuelves ahora que estoy apunto de olvidarte? ¿no decías ser feliz? Si es así, coges y te vas con esa chica que ahora es tu felicidad, y bésala, y quiérela pero cuando lo hagas no pienses que soy yo, que te conozco y sé que lo harás. Si no eres feliz, ven, vuelve, y quédate conmigo una noche más de otras tantas que hemos llegado a pasar juntos- de esas que tanto significaban para mi, y tan poco para ti- pero te diré una cosa; uno de los dos acabará con el corazón roto y ésta vez no seré yo.'


-Ann.

dilluns, 27 de gener del 2014

El amor no entiende de distancia.

'otro día más en el que te despiertas, te das la vuelta en la cama y ves que él no está.. no porque haya salido de tu vida, sino porque no está a tu lado. 

coges el móvil esperando tener ese mensaje suyo en el teléfono, el típico 'buenos días mi niña, que te vaya bien el día, hablamos cuando puedas, te quiero.' al acabar de leerlo sigues tumbada en la cama con una sonrisa que no te la quita nadie y a partir de ahí sabes que a gracias a ese mensaje, ese día será un buen día porque le sigues teniendo contigo. Y así te levantas cada mañana, con ganas de comerte el mundo y lo que te venga encima, pero eso quizás dura solo unas horas porque después te paras a pensar lo mucho que necesitas tenerlo cerca pero no puedes, y lo jodido que son los kilómetros que te separan de él, qué. Y lo jodido que es llegar a casa con ganas de verle y contarle como te ha ido el día para después pasarte horas abrazada a él y no poder, qué. Y las noches que te pasas llorando porque no lo tienes aquí, qué. Pero todo esto él no lo sabe, quieres que crea que eres fuerte, que puedes con esto y que no te rindes porque le quieres, y lo intentas, de verdad que lo intentas pero es muy difícil no saber ni como huele, ni como besa, ni como te abraza pero sobretodo es difícil no saber si al tenerle justo delante seguirás sintiendo lo mismo que lo que sentías a través de esa pantallita.

nunca creías poder enamorarte de alguien que no has visto, ¿no? lo veías como un imposible, y mírate como estás, echándole de menos por todos los rincones aún teniéndolo en tu vida. Lo tienes pero como si no ¿entiendes? Y lo único que te queda es pasarte todos los días deseando poder verle, porque sabes que un día más con él, es un día menos para verle, aun sin saber cuando, aun sin saber si le verás, si le tendrás, si le seguirás queriendo.

Los dos os prometéis ser fuertes, por encima de todo intentáis mantener esa promesa, y en ese tiempo os vais sacando sonrisas, lloráis, os seguís queriendo, peleáis, os sacáis de quicio, pero siempre juntos. Aun sin poder abrazaros, besaros..queréis creer que ya tendréis tiempo para ello, que ya llegará el día en que no daréis ni un respiro de los besos que os dais, que os besaréis tanto para hacerle la competencia a todos esos segundos que habéis estado el uno sin el otro. 

El amor no entiende de distancia y por eso sigues queriéndole, aguantando cada mañana el despertarte y no tenerle porque crees que aunque este sea un tipo de amor que en ocasiones duela, crees que merece la pena, que él la merece. Por mucho que le digas a tu corazón que no le quiera porque no se puede, éste muchas veces no te hace caso y aun así te acabas enamorando de quién menos debes, no porque sea un cabrón sino porque sabes que es un amor con dolor incluido, y aun sabiendo que no estás preparada para ello, te arriesgas y te enamoras, porque en ese momento te importa una mierda lo lejos que esté, porque al menos lo tienes en tu vida y harás lo que sea para que siga en ella el resto de la tuya.'

-Ann

Me habían pedido que escribiese sobre éste tema, de hecho yo me enamoré una vez a distancia y bueno, no me salió bien. Pero admiro a aquella gente que a pesar de no tenerse físicamente el uno al otro, siguen ahí, queriéndose y aguantando lo inaguantable porque al menos tienen a esa persona en su vida. Y que da igual lo que diga la gente con ese típico "no puedes enamorarte de alguien que no has visto" sino que nos lo pregunten a nosotros, y les contaremos lo mucho que hemos llegado a querer a alguien que por desgracia, está más lejos de lo que queremos. 


Aún te espera

'aquella chica se dormía cada noche llorando y deseando que volvieses una vez más y que te quedaras, pero no solo esa noche sino para siempre..¿porqué? te preguntarás, quería volver a verte y tenerte el resto de toda su vida porque se había enamorado de ti, ¿no te dabas cuenta la forma en la que te miraba? no, claro que no. Sus ojos veían a lo más bonito del mundo (tú) y tú solo veías un pasatiempo del que te acabarías cansando tarde o temprano. 

Lo peor de todo no es que esa chica te esperase, lo peor de todo es que esa chica soy yo.

Y me quedé esperándote, siempre pensaba '¿y porqué no va a querer volver?', no era consciente de que ahí fuera había millones de chicas que me daban mil vueltas, ¿cómo no ibas a irte? pero aun así seguí esperando porque no sabía qué hacer después de ti, nunca se me había pasado por la cabeza esto de que una persona podría cambiarlo todo en mi vida, incluso a mi. No estaba preparada para dejarte ir y por eso no lo hice y mira que todas aquellas cosas que han formado parte de mi vida y me han dolido, las he ido olvidando por mi bien..menos tú, que por mucho que duelas no te olvido y cómo me jode no poder hacerlo. 

intenté seguir con mi vida, si lees esto quiero que sepas que te juro que he intentado seguir pero..¿sabes qué? que no recuerdo como era mi vida antes de enamorarme de ti.. solo sé que esto que tengo ahora no se le puede llamar vida y que no aguantaré mucho así, que a veces noto como se me viene el mundo encima y que ya no te tengo aquí para que lo impidas y si te digo la verdad a mi ya no me quedan fuerzas. Que sé que aunque para ti todo esto fue un juego, no puedes negarme que te acabaste pillando igual o incluso más que yo, solo que tenías tanto miedo de engancharte como lo estabas haciendo que te fuiste, eres un puto cobarde que prefirió irse para estar entre los brazos de muchas que ni de lejos te hacen sentir lo que sentías conmigo antes de admitir que me querías..tío, destrozaste mi vida y destrozarás la vida de muchas más que acabarás dejando porque no te dan lo que yo, y lo peor es que lo sabes.. lo sabes y sigues sin volver.

todo esto es culpa tuya; es culpa tuya que lo pase mal por irte y por tener todo lo que quería. Por hacer que llore recordándote, por hacer que te escriba, que te eche de menos, que te busque cada noche en un hueco vacío que solo lleva tu nombre y el de ninguno más. No ha habido ningún otro y no lo habrá, joder. No debería pero..sigo sonriendo al escuchar que hablan de ti, la gente que se ha dado cuenta de ello me ha dicho que me olvide de ti, lo llevan claro. 

¿y sabes qué más me han dicho? 
que esa chica de la que antes te he hablado; la que llora por ti y por tu ausencia, la que quiere que te quedes toda la vida y no solo las noches que a ti te apetezcan, ¿sabes qué? 
¿quieres saberlo? me han dicho que..

..aún te espera pero no se lo digas a nadie, que esa es su debilidad y no quiere que la rompan más de lo que tú la rompiste.'

-Ann.



dissabte, 25 de gener del 2014

Perderme pero contigo.

'Recuerdo el día en el que me pediste algo que yo era incapaz de darte...por miedo. Porque sabía que hiciese lo que hiciese te acabarías pirando y yo acabaría jodida. Me pediste que si te decía que te quería te quedarías conmigo pero yo quería que te quedaras porque tú querías quedarte y no porque yo te lo pidiera a gritos- que también- pero no, no podía abrirme a ti así sin más y decirte todo lo que sentía sabiendo que todo lo que tú me dijeses sería mentira.. ¿crees que me creí todos tus te quiero? al principio lo intenté pero sabía que no podía creérmelos, que si lo hacía estaba perdida. 

Recuerdo como te miré fijamente a los ojos y apartabas la mirada con miedo, recuerdo haber pronunciado aquel '¿estás dejándome?' y en ese momento durante una milésima de segundo tus ojos cruzaron con los míos para luego evitar de nuevo mi mirada y ahí lo supe todo. Supe que todo había acabado y empecé a notar como una a una caían rendidas todas las mariposas que en su día tú les diste la vida (incluso a veces aun las sigo notando, supongo que será mi imaginación que las quiere de vuelta por si así tú vuelves).
Dijiste que dejarlo era lo mejor, no sé si con eso te referías a que era lo mejor para ti porque para mi te aseguro que no, me pediste que te olvidara, joder, ¿cómo coño puedes pedirle eso a alguien que lo ha dado todo por ti? Respóndeme, ¿cómo? Pasé de tener todo lo que quería y necesitaba a no tener nada, sabía que acabaría perdiéndote pero..¿tan pronto? 

Y a partir de ahí nunca volví a ser la misma..por tu culpa dejé de confiar en la gente, dejé de creerme sus palabras y promesas, dejé de creer en el amor y no quise enamorarme nunca más. Aunque no sé si rechacé la idea de volver a sentir eso solo porque quería sentirlo contigo o por si conocía a alguien que me rompiese como tú lo hiciste. No estaba preparada para eso (ni lo estoy).
De hecho mi corazón siguió roto mucho tiempo después de ti (y aun lo sigue estando), pero no se lo digas a nadie, si me guardas el secreto a cambio te confesaré algo..no hay día en el que no me arrepienta de no haberte dicho algo tan sencillo como un te quiero pero supongo que el problema que nosotros tuvimos es que te conocí en el momento equivocado, que quizás no era ésta la vida en la que estaba destinada a encontrarte..

..pero eso no me impide buscarte a cada segundo de mi larga y miserable vida sin ti. 
buscarte, una tarea difícil, no sé si es por ti que te escondes para que no te encuentre o si soy yo que no sirvo para esto, solo sé que cada día que pasa es un día menos en el que no te tengo y que no puedo seguir, otro día más no, porque un día más sin ti es otro en el que sigo perdida...

..y si tengo que perderme quiero que sea contigo.'

-Ann

divendres, 24 de gener del 2014

Olvidarte es cosa mía no del tiempo.

'te escribo de nuevo porque soy incapaz de dejar de echarte de menos, oye..¿no crees que debo de sentir mucho para seguir teniendo miles de palabras que decirte? palabras que al fin y al cabo, describen como me siento. Destrozada, rota, sola, perdida o sin ti, que en ocasiones viene siendo lo mismo. Fría.. y es que ya no son solo mis manos las que pasan frío, sino también mi corazón, chico.

y sigo sintiendo lo que no debería porque esa historia significó mucho para mi y muy poco para ti. Me gustaría que fueses tú el que me buscase por todas partes, el que me echara de menos, aquel que tuviese ganas de llamarme a cada hora, minuto y segundo de toda su vida. Pero ésta vez me ha tocado ese papel; el papel de levantarme cada mañana con ganas cuando en realidad no las tengo, solo las tenía contigo, ¿como no iba a tenerlas? me levantaba contigo al lado y los buenos días los tenía porque me los dabas tú. Me ha tocado salir a la calle sin ganas y aun así seguir viviendo porque es lo que toca. ¿sabes lo cansada que estoy que me digan que tengo que dejar de depender de ti? Lo sé, joder, pero decirlo es una cosa y hacerlo es otra más complicada. Que daría mi vida por tenerte al otro lado de la cama, por notar tu piel en mi piel, tus caricias, tus besos, tus te quiero- aunque fuesen mentiras- tus ganas de ti y de mi, tus rabietas de niño, tus abrazos, tus besos en mis párpados cuando lloraba, tus manos en mis caderas y las mías en tu espalda, perdiéndonos juntos, no yo sola joder, estoy tan perdida que ni con un puto mapa salgo de este caos. 

quizá la gente se preguntará que cómo fue nuestra historia, y no hay nada de diferente en ella que la típica historia de amor basada en; conocerte, gustarme, ilusionarme, arriesgarme, quererte, tenerte, perderte, perderme, llorarte, buscarte y no tenerte...y después de eso simplemente dejé de creer en la típica historia de amor con final feliz.
No existen.
Como tampoco existe la posibilidad de que vuelvas..

bueno quizás lo único distinto en nuestra historia sabes qué fue, que cuando empecé a quererte, lo hice sabiendo que era para siempre, y eso a la larga pasa factura. ¿cómo? te preguntarás; pues que no quiero a otro que no seas tú..y eso a corto o largo plazo te destroza la vida. 
y tú, aquel adorable cabrón tenías el poder de destrozarla, pero supongo que siempre pueden hacerlo cuando te enamoras, pero..¿tanto? ¿tanto como para no querer a otro? ¿tanto como para buscarte en todas partes? ¿tanto como para compararlos contigo?

chico que dejaste marca sin ser tatuaje, te metiste debajo de mi piel y eso no lo borra otro ni tampoco el tiempo. olvidarte es cosa mía, pero no sé si es lo que quiero. La parte racional de mi dice que pase página a nuestra historia, pero mi parte irracional me dice que no, porque no es solo una página que pasar, sería tener que dejar de leer todo un libro entero del que no estoy preparada para deshacerme..

..y por eso te sigo escribiendo, porque no puedo dejarte ir, ahora no (y quizás nunca).'

-Ann


dijous, 23 de gener del 2014

Europa está en ti.

prohibida como Ámsterdam,
lejana como Moscú,
vieja como Istanbul,
problemática como Berlín,
llorosa como Venecia,
fría como Estocolmo,
misteriosa como Budapest,
mitificada como Londres,
sensual como Atenas,
única como Dubrovnik,
colorida como Copenague, 
brillante como París,
natural como Dublín, 
prometida como Viena,
joven como Oslo, 
grande como Colonia,
sorprendente como Praga, 
glamurosa como Milám,
sonriente como Bruselas,
preciosa como Ginebra,
cálida como Barcelona.

y en ruinas como Roma.



-Alejandro.

Pasarme medio olvido intentando odiarte por no dejar de recordarte.

'Llueve y no sé si es el cristal que está lleno de gotas que le recorren o si es el reflejo de mis lágrimas lo que realmente veo. Supongo que serán ambas..se me hace imposible no llorar los días de lluvia, me traen tantos recuerdos.

La putada de enamorarse es que una vez que esa persona sale de tu vida, los recuerdos con él siguen ahí, quizás para torturarte en ocasiones y en otras para hacerte sonreír. Aunque lo segundo hace mucho que no lo hago, así que a mi me habrán tocado los recuerdos más cabrones que hay, como tú. Recuerdo tantas cosas; ese día en el que te fuiste sin decir nada, y aun así siempre he tenido la sensación de que te guardaste algo por decir, no sé, puede que un te quiero, o no, supongo que eso no. Recuerdo como me sentí en ese instante, daría lo que fuese por no recordarlo pero es que no puedo, intento sacar esos malditos recuerdos de mi cabeza o substituirlos por recuerdos más bonitos como nuestro primer beso, pero si te soy sincera hace tanto que te fuiste que no logro hacer memoria de esa forma tuya de besarme, quizás sea porque me he pasado medio olvido intentando odiarte por no poder dejar recordarte.

te fuiste..así sin más.

y es que no me creo que no te dieras cuenta de todo lo que te necesitaba en ese momento, no me lo creo, mis ojos te pedían a gritos que te quedaras- de hecho lo siguen haciendo- ¿como podías estar tan ciego? ¿tenía que ponerme un puto cartel en la frente para que te dieras cuenta de que te necesitaba? si yo hubiese sido tú y hubiese visto el miedo en tus ojos como debiste haber visto tú en mi, me habría quedado, solo por eso..pero no quisiste verlo, o preferías irte. Y creo que preferías largarte antes de sentir lo que sentía yo. Pero a mi no me engañas; a mi no puedes decirme que no me querías, o que no te ponías nervioso y te volvías más torpe cada vez que yo estaba cerca, que no te encantaba verme nerviosa cada vez que íbamos a besarnos, que no te encantaba que te comiese el cuello sabiendo lo que vendría después. Que tú mismo dijiste que si había un puto lugar sobre la faz de la tierra en el que te sentías seguro, era entre mis brazos, joder. 

Pero supongo que todas las palabras que dijiste se las ha llevado el viento..al menos para ti. Porque yo sí las recuerdo...supongo que lo hago para que duela menos esto de no tenerte y para intentar convencerme de que algún día de todos los que estuviste conmigo, me quisiste de verdad.

A ti no te duele no tenerme, ¿no? Te envidio, ¿como lo haces? ¿me enseñas? no, mejor no, que si te veo de nuevo, caeré. 
Es que me fastidia todo esto, yo aquí llorando tu ausencia y tú nunca entenderás lo que duele eso, primero porque no te has enamorado y segundo porque al no enamorarte no te han herido por amor, así que no entenderás en toda tu vida las cicatrices que yo tengo por culpa del amor pero sobretodo por ti. Heridas que sabría que acabaría teniendo dado que jugabas con ventaja en esto, sabías que yo no iba a irme de tu lado en todo lo que me quedaba de vida, y mientras yo me dedicaba a comerme la cabeza día tras día por el miedo a perderte. Un miedo que al fin y al cabo, tenía motivos para tenerlo. ¿alguien como tú conmigo? era de locos.

Y aquí me tienes, mis lágrimas están intentando ganarle la carrera a esas que recorren la ventana, y creo que lo consiguen, supongo que es porque ya tengo práctica, tanto llorarte no puede ser bueno..chico, que hace mucho que lloro aquí dentro y nadie se da cuenta...y con nadie me refiero a ti, ya lo sabes.

Lágrimas con sabor a te echo de menos, a te necesito.

vuelve, va.

que sí, que sé que nos despedimos- para siempre- lo que tú no sabes es que yo no me fui, yo sigo aquí.'


-Ann.

dimecres, 22 de gener del 2014

Gotas repicando contra el cristal.

Llueve, otra vez. Pero no es la lluvia del mes de marzo, la que funde la nieve y hace renacer las flores, y hace salir los animales de sus madrigueras. Aquella que te anuncia que lo peor ya ha pasado, y que a partir de ahora, todo irá mejor. Juntos, descongelamos el hielo y derretimos la nieve. Hicimos calor ahí donde no había. Conseguimos lo que nadie había conseguido. Éramos felices. Éramos nosotros. Aunque, claro, de eso tú ya no te acuerdas. 
Tampoco es la lluvia de mediados de mayo, que hace el suelo no haya acabado de secarse del todo, que ya está lloviendo otra vez. Esta se parecía un poco a nosotros, cuando acabábamos de despedirnos y quería volverte a ver. Era sufrimiento, es cierto, pero era un sufrimiento precioso. No había nadie que me hiciese sentir como tú hacías, y claro, eso es difícil de olvidar, ¿no?
No es, claro está, la típica lluvia de verano que refresca el ambiente un poco en los días de julio, y que hace que el día siguiente no puedas ir a la playa por lo revuelta que está el agua por la fuerza de los torrentes. Aún me acuerdo cuando éramos felices uno al lado del otro, y íbamos cada día a la playa. O eso, o fingías serlo, que tampoco es tan improbable. Me acuerdo de aquel verano, cuando tenía un motivo para levantarme. Me despertaba, me ponía el bañador y salía corriendo en dirección al mejor día de mi vida, día tras día. Contigo no había dos días iguales, ni tampoco noches. No había dudas ni temores, no había principios ni finales.
Tampoco es lluvia de finales de septiembre y finales de octubre, la que anuncia que la bonanza terminó y que el día cada vez será más frío y corto. La que se lleva las primeras hojas caídas montaña abajo. Hojas que, aunque se vayan lejos, no parece importarles si están juntas, como nosotros hicimos. Aunque no buenos, ni mucho menos perfectos. Pero qué más da, si los dos queríamos estar juntos, cosa que aún dudo que fuese tu objetivo.
Es lluvia de enero, la que casi es nieve. La que me recureda que no estás.

-Alejandro.

dimarts, 21 de gener del 2014

Alguien que vea en mi lo que tú viste.

'hoy hace frío, no es ese tipo de frío que se calme con un abrigo, es un frío que solo lo calmaría él. ¿donde estás cariño? ¿donde te metes? no quiero que pienses que soy yo la que te echa de menos- que también- es éste de aquí dentro, el que late por y para ti. Mucha gente se pregunta que porqué te echo de menos o te recuerdo, que porqué te escribo pero ninguno de ellos se para a pensar durante un momento como me siento, ni les importa como llevo esto de olvidarte, nunca piensan en lo que más me conviene, aunque bueno ellos creen que lo mejor para mi es estar sin ti, no saben lo que dicen. 
Diles a ellos que intenten vivir sin lo más importante de toda su puta vida y a ver si lo consiguen, va, intentadlo. No es tan fácil, ¿verdad?

Nunca se me había pasado por la cabeza la posibilidad de querer tanto a alguien hasta el punto de sentir este dolor que noto aquí dentro..querer tanto que incluso a veces dudo si lo que te quiero podría medirse de alguna forma, y sé que no.. que no se puede. Y a pesar de todas las decepciones, fallos y mierdas que me diste, aun sigo aquí, al pie del cañón dispuesta a soportar lo insoportable por ti. Y es que no puedo seguir, joder, no puedo. Que quererte como te quiero debería estar prohibido pero aunque lo estuviera seguiría cayendo en la tentación si la tentación eres tú, seguiría cometiendo el error de quererte porque equivocarme contigo era lo mejor que tenía. 

y ahora que te has ido mucha gente dice que sigo equivocándome, porque sigo queriéndote y debería dejar de hacerlo, pero no tengo ningún botón que pare o elimine lo que siento. (ojalá) 
me gustaría no sonreír cuando me hablan de ti, o que mi corazón no se descontrolase al oír tu nombre aunque no hablen de ti, desearía por encima de todo que no me temblasen las manos ni se me dilataran las pupilas al verte, pero no puedo controlarlo. Siempre había querido tener a alguien que me hiciese sentir algo como lo que tú me diste, pero si llego a saber que serías inolvidable..me habría enamorado igual, no nos engañemos. Me habría seguido enamorando de ese chico que se quedaba despierto hasta las tantas mirándome creyendo que estaba dormida cuando no era así, me habría enamorado de aquel tío que me sacaba de mis casillas para luego abrazarme y mimarme como ninguno, aquel que estuvo ahí en las buenas pero sobretodo en esos días que creía que no podía más y en los que estaba apunto de rendirme, aquel chico que era dueño del fuego entre mis sábanas y aun peor, de mi corazón.. como para no enamorarse de ti, chico. Si tenías todo lo que buscaba, un poco cabrón-dado que te fuiste-, pero lo tenías todo. 

a veces dudo encontrar a alguien que me vuelva a dar todo lo que tú, pero luego me paro a pensar fríamente y me planteo que tampoco quiero eso, porque si fuese como tú se acabaría pirando y no creo que ni mi corazón ni yo estemos preparados para soportar eso, simplemente quiero a alguien que aun sabiendo que puede irse con cualquier otra, decida que yo soy su mejor opción y se quede porque me quiere.. 

..el problema siempre viene cuando ni siquiera soy opción de nadie y es justo ahí cuando me rindo, me encierro en mi habitación a escribirte, a recordarte y a seguir queriéndote sabiendo que no hay otro como tú que vea en mi algo que nadie ha visto. 

oye chico, ¿y si tú les cuentas lo que viste en mi? quizás así aparece alguien en mi vida y hace que te olvide (0 a lo mejor ni así te olvido).'

-Ann

Yo, o asco, o qué más da.

Mírate en el espejo. ¿Qué ves? A un chico. A un chico normal, ni muy alto ni muy bajo, ni muy rubio ni muy moreno, ni muy blanco ni muy moreno, ni muy gordo ni muy flaco. Todo normal, entonces. Soy yo. El chico por el que nadie nunca hace nada. Por el que nadie nunca demuestra nada. ¿Por qué? Por el físico. No tengo nada de especial, de esto estoy seguro. Tampoco es que sea un orcazo, pero estoy en camino. Si todos nacemos iguales, ¿por qué tienen que haber guapos y feos? Yo no he hecho nada malo para serlo. No creo que me lo merezca. Creo que, a veces, los más feos deberían ser los más guapos, y viceversa. Y además, ¿quién ha dictaminado qué es ser guapo o qué no lo es? ¿La sociedad? ¿Los medios? ¿Cada uno de nosostros? No lo sé. Pero estoy harto. Harto de tener que reprimir mis deseos de decirle a ella lo que siento porque estoy seguro que me rechazará. Y no me vengáis con que si no lo intento, no lo conseguiré; ni que si me lo curro, caerá a mis brazos. En mi vida, los milagros no existen. Nunca han existido. Y no sería ahora cuando se dignasen a aparecer. Siempre he vivido a la sombra de los tíos cachas de los anuncios, intentando ser como ellos, yendo al gimnasio año tras año, comiendo apio en vez de pastel, comprándome ropa ancha. Y sin resultados. Pero no me digáis que estos tíos no existen en la realidad, porque os puedo presentar unos cuantos. En realidad, la mayoría de mis amigos son así. Y yo, ¿yo qué soy? Pues el celestino de todos ellos, el que se ve obligado a darle al número de un amigo a la chica que le gusta sólo para que sean felices. Y en dos meses, se acaba rompiendo el idilio, cuando ya han follado. Es triste, pero es así. Nadie nunca se fijará en mí por mi físico, nunca. Y si lo hiciese, creería que o se está riendo de mí, o no está bien de la cabeza. Y si no se fijan por mi físico, sólo me queda la personalidad. Personalidad tengo, pero no más que todo el resto. Y con lo inseguro que soy y lo que me odio, pues... en fin.
No le veo la solución.
Quizás es porque no la tiene.

-Alejandro.

dilluns, 20 de gener del 2014

Otro día más, todo bien.

Hace días que no salgo de casa. Pero, ¿para qué salir? No le encuentro ninguna utilidad; no creo que haga que me sienta mejor. No estoy bien, pues claro que no. Pero salir no me haría sentir mejor, creo yo.
Hace meses que te fuiste. Pero creo que no sólo te fuiste tú. También mis anhelos, mis deseos, mi alegría, mis ganas. Mis ganas de vivir. Te llevaste parte de mí contigo, porque éramos uno, ¿recuerdas? Y supongo que yo era tuyo. Estaba a tu merced, chica. Podías hacer lo que quisieses conmigo. Y lo hiciste. Y no podía dejar de seguirte. Como perro callejero que no conoce otra vida que esa. Como fiel abeja que sigue haciendo lo que le han enseñado sin cuestionarlo. Nunca he sido bueno organizando mis sentimientos, ni tampoco en describirlos. Supongo que ahora que te fuiste es más simple. De la lista de sentimientos, tachaste para siempre alegría, júbilo, euforia, tranquilidad. Eso ya no existe en mi vida. Y remarcaste con fosforito miedo, soledad, indiferencia, tristeza, frío. Muchas veces siento como si tuviese un hoyo negro en el pecho. Entre lo que entre, nada me hace reaccionar. Creo que se podría definir como que una parte de mí ha muerto, aún estando vivo. Y lo peor es que no puedo trasplantarme nada. No hay nada que hacer. No le veo la salida. Estoy en un túnel con las salidas bloqueadas. Y de ahí nada me saca.
A nadie de mi alrededor parece importarle. Mi familia siempre ha pasado de mí. Mis amigos no se dan cuenta, y no se la darán jamás. Para ellos el amor es conocer a alguien, estar unos meses juntos, tirárselo y adiós. Recuerdo cuando también lo era para mí. Mírame, qué asco. En qué me he convertido. Siempre es lo mismo, día tras día. Quererte, extrañarte, odiarme, odiarlos, y vuelta al principio. Quiero salir de aquí, que mi vida recobre el sentido que tenía, no sé.
Pero nunca lo superaré.
Nunca te superaré.

-Alejandro.

dissabte, 18 de gener del 2014

recordándote, queriéndote, esperándote.

'Y de repente, me desperté. Notaba como el corazón me iba a mil por hora, como estaba empapada en sudor y sentía un nudo enorme en la garganta que amenazaba con deshacerse y obligarme a romper a llorar. Me incorporé en la cama y me senté en el borde de ésta mientras apoyaba mis codos encima de mis piernas y escondía mi cara entre mis manos. Últimamente tenía muchas pesadillas relacionadas contigo. No eran los típicos sueños bonitos y perfectos de los que no deseas salir, sino todo lo contrario, deseaba despertar lo antes posible de esas pesadillas. Te ibas..esa era mi pesadilla. Te ibas sin despedirte, lo hacías con tanta facilidad que de verdad me dolía. Y al despertar solo podía pensar en una cosa; si una persona te quiere no puede irse así sin más, ¿no? pero claro, eso es si te quiere y tú precisamente eso no lo hacías. 

Me giro levemente y veo que el otro hueco de mi cama está vacío. Me levanto de la cama intentando no llorar pero eso últimamente es una tarea difícil. No había caído que las pesadillas son sueños que también se pueden hacer realidad. Y esa era mi realidad, mi peor temor...no estabas. Me acerqué al escritorio y cogí mi teléfono; marqué esos nueve dígitos que me sabía de memoria. Un tono, dos tonos, tres tonos y..

-¿diga?- escuché.

notaba como mi respiración se entrecortaba y el corazón volvía a irme a mil. 

-¿eres tú?- preguntó.

y colgué; colgué intentando convencerme de que no sentía lo mismo, no podía, joder. Tiré mi móvil encima de la cama mientras apoyada en la pared empecé a deslizarme hacia el suelo. ¿cuanto tiempo hacía que él había salido de mi vida? lo sabía perfectamente pero, ¿como podía tenerlo aun tan presente? ¿como podía seguir notando que mi corazón seguía latiendo al mismo ritmo que el suyo? ¿como podía seguir dependiendo de él? ¿como podía seguir teniendo el mismo efecto en mi? era tan injusto, no podía seguir queriéndole mientras él era feliz y seguía su vida sin mi.

mi cabeza era consciente de que había llegado la hora de pasar página, pero díselo al corazón, ese que está tan empeñado en seguir recordándote, queriéndote, esperándote..

no podía pasar página, quería (en realidad no) pero no podía.

una pequeña parte de mi albergaba la esperanza de que tarde o temprano te darías cuenta de todo lo que habías perdido y volverías a por mi para irnos bien lejos como ambos queríamos pero eso nunca ocurrió. Lo único que pasó es que llegó el invierno.

un invierno en el que hacía más frío de lo normal, supongo que fue porque me faltabas tú y acabaría congelada sabiendo que nunca regresarías a por mi...
nunca fui motivo suficiente para ti,
ni lo seré nunca para nadie.'


-Ann.

dissabte, 11 de gener del 2014

El amor.

'La Real Academia Española, más conocida como RAE, define el amor como sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. Yo defino al amor como putada. Ni más ni menos, como lo leéis, pu-ta-da. Que sí, que puede ser muy bonito al principio, puedes ilusionarte con alguien, sentirte especial, única (aunque no sea así) y completa. De hecho, la mayoría de nosotros seguramente nos habremos enamorado al menos una vez, o si no queréis llamarlo amor podemos llamarlo 'x'. Es que nunca me han gustado las etiquetas por eso a lo que yo viví me niego a llamarlo amor. Os preguntaréis porqué, simplemente creo que no merece ser llamado con tal nombre, esa palabra tan usada y menospreciada por tanta gente, creo que valía más que eso.

La gente juega con el amor y lo nuestro no era ningún juego.. al menos no para mi.

Pero volviendo al tema, se podría decir que más que amor, lo que hacemos es jugar con nuestros sentimientos, nos ilusionamos y nos arriesgamos a decirlo en voz alta a aquella persona que nos trae loca, y a partir de aquí las cosas no tienen porqué salir bien, que si es recíproco como dice tal definición, sí que saldrá bien. Pero ¿y si no lo es? ¿y si no siente lo mismo? Es una putada. Veis, si es que tengo razón. Claro que, una persona que se ha enamorado y le ha salido todo como planeaba, creerá que el amor es maravilloso pero aquella persona que se ha arriesgado y le han pisoteado el corazón sin ningún tipo de remordimiento, no pensará lo mismo.

Y esa soy yo. 

Con esto no quiero decir que no crea en él, de hecho sigo siendo esa tonta que a pesar de haberme roto unas cuantas veces el corazón, me arriesgo las veces que haga falta porque creo que yo también me merezco que por una puta vez en la vida me quieran, me merezco poder decir te quiero sin miedo a escuchar un 'yo no'. Quiero poder tener a alguien que me abrace como nunca otra persona lo ha hecho (él), que me sequen las lágrimas si hace falta cuando estoy en mis peores días, que me hagan reír, que yo haré lo mismo. El problema es que cuando me enamoro, me siento el triple de tonta y frágil de lo normal..y eso hace que meta la pata constantemente. 

Y es que a veces llego a ser tan tonta que aunque haya logrado estar con esa persona; no dejo de preguntarme ¿porqué está conmigo? ¿porqué a mi? Y cuando me miro desde fuera pienso ¿y porqué no? ¿qué pasa que no me merezco tener a alguien así a mi lado? ¿no me merezco tener a alguien que aun sabiendo como soy, se quede? Claro que sí. Todos lo merecemos pero eso no quita que por el camino te vayan haciendo pequeños rasguños en el corazón.

y éste también se cansa del amor..
..de que jueguen con él así como lo hiciste tú.

y te estarás preguntando que porqué te estoy comiendo la cabeza con esto del amor pero es que lo hago porque tú no estás aquí para comerme la boca y ya sabes que todas las noches-desde que no estás-me paro a pensar en lo que fuimos y lo que nunca más seremos, me paso las horas buscando un porqué a lo nuestro, y quizá la respuesta esté en que todo es culpa del amor, o a lo mejor soy yo que no estoy hecha para él, ni para ti, ni para nadie. 

Y así voy pasando las noches, pensándote entre cigarrillos mientras veo como se consumen, deseando que la próxima que se consuma, sea yo.'

-Ann

dimarts, 7 de gener del 2014

Que soy fuerte, he dicho.

Soy fuerte. Repito, soy fuerte. Nadie me va a hundir, y menos por amor. ¿Qué pensaría la gente si mostrase debilidad? No, no soy débil. Una chica, una simple chica, que es igual que todas, no va a poder conmigo. No tiene nada de especial, no me deprimiré porque no me quiera. No le daré esa satisfacción. Soy fuerte, soy una roca. No tengo sentimientos, o no los voy a mostrar al menos. Si caigo, me sacudo el polvo y sigo caminando. Nadie puede conmigo, nadie. Y menos una zorrilla barriobajera. Una zorrilla barriobajera, sí, eso es. Pero con un pelo bonito. Con un pelo precioso, castaño claro y liso, y fino y brillante, que parece la más bellas de las sinfonías combinada con las olas de un río. Y con aquellos dos ojos marrones miel, mi criptonita; aquellos a los que nunca puedes decir no, es imposible. Y aquellos labios, carnosos, perfectos, de color rosa oscuro, que querrías besar y no soltar jamás. Y aquel cuello, que tanto me ponía, donde me había perdido numerosas veces, y de donde no quería salir nunca. Y aquel pecho enorme, moreno, firme, que tanto me gustaba agarrar y besar. Y aquella espalda, morena también, por la que tanto me gustaba sorprenderla y abrazarla, y por donde me gustaba desatar el sujetador y tirarlo al otro lado de la cama. Y la curva preciosa que hacía antes de bajar hacia el culo, y su culo, mi parte favorita de su cuerpo. Y aquellas dos piernas que, con solo caminar, ya te excitaban, pensando en qué pasaría más tarde cuando nos quedásemos solos en casa. Pero, también su personalidad, sus ganas de vivir, de conocer. De reír. De estar conmigo. De enfadarse como si fuese una niña pequeña. De abrazarme, follarme, besarme.
Y ahora la he perdido. 
Y ya no estará nunca más a mi lado. 
Y no creo que pueda superarla jamás.

-Alejandro.

Lo que me pasa siempre será él.

'Hoy me han preguntado un par de veces si estoy bien, y durante unos segundos mi mente ha barajado la posibilidad de decir la verdad, pero luego he pensado '¿para qué?'. Además, ¿qué consigo con eso? ¿preocupar a alguien? ¿obligar a que alguien tenga que poner su vida patas arriba para ayudar a una chica como yo? Paso. 

pero ganas no me han faltado..

lo que sí que me faltan son ganas para seguir adelante. Que ya estoy harta de caerme cuando ni siquiera he tenido tiempo de levantarme del todo, que estoy cansada de que haya gente dispuesta a empujarme para así llegar más rápido al suelo y hundirme. Muchas de esas veces me he planteado quedarme ahí, si total, acabaré de nuevo por los suelos. 

Yo siempre he tenido una duda, ¿qué se supone que se hace en estos momentos? ¿qué tenemos que hacer cuando necesitamos estar solos pero que muy en el fondo no nos vendría mal tener a alguien?

yo siempre acabo haciendo lo mismo..

Llorar.

¿no os viene bien a veces? yo lo que hago es tumbarme en la cama con los auriculares puestos y con la música bien alta-de esa que te hace llorar aun más- y cierro los ojos intentando dormir y esperando que nadie me oiga y prometiéndome que esa será la última vez que lloraré.

una promesa que desde hace mucho está rota.

¿pero que queréis que haga? si me venís preguntando si estoy bien y os respondo que no, ¿qué haréis? Yo tengo la respuesta, os quedaréis con cara de tontos y no sabréis que responder al no esperaros tal contestación.. y entonces me veré obligada a explicaros como me siento, os abriré mi corazón y os daré una parte de mi vida, porque eso es lo que hago cuando escribo-os doy una parte de mi- y una vez que os haya robado vuestro tiempo con mis gilipolleces solo se os ocurrirá decir "seguro que al final las cosas irán a mejor" pero es que eso solo pasa en los cuentos que la gente se cree..

y en mi vida no hay tiempo para cuentos.

Lo único que sé es que seguiré así, diciendo que estoy bien antes que confesar lo que realmente me pasa..
..y lo que me pasa siempre será él, que le echo de menos. Y por mucho que os lo cuente, eso no va a hacer que vuelva.

Solo tengo claro una cosa, mi corazón no aguantará siempre esas estúpidas mentiras que os cuento, ni lo podré convencer siempre de que todo me va genial, y justo entonces, cuando note que a mi corazón le queda poco para hacerse añicos, será cuando necesite a alguien para que coja trozo por trozo y vuelva a unirlos.

y de nuevo ese alguien no estará.

Pero no os preocupéis, sé que volveré a estar bien cuando lo vuelva a tener, no sabéis lo jodido que es que tu estado de ánimo siga dependiendo de alguien que ya no está, o quizá si lo sabéis pero no queréis admitirlo para que el dolor no se haga tan presente, y estoy segura que ahora mismo si estuvierais aquí me diríais que lo más sensato para que yo volviese a ser la de antes sería algo tan sencillo como olvidarle pero es que olvidar no es una de mis opciones. 

Eso sí, si queréis hacer algo por mi, cuando lo veáis decidle que vuelva, que aquí hay alguien que le necesita, pero que no se note que le sigo echando de menos que entonces volverá a tener ventaja para romperme el corazón y no creo que éste aguante mucho más.. pero daros prisa..

que aquí sigue doliendo y si no es mi corazón el que se rompe, seré yo.'


-Ann

dilluns, 6 de gener del 2014

Ahí empecé a odiar las despedidas.

'otra noche en vela, otra noche recordándote y hundiéndome por ello. 

Una noche más en la que no paro de dar vueltas en la cama; pensándote y echándote de menos. Y que me decían que con el tiempo aquello que tanto me importaba, me acabaría dando igual, pero chico creo que tú eres la excepción; ¿cómo podrías darme igual? ¿estamos locos o qué? Y que sí, que digan lo que quieran, me habrás roto el corazón y todas esas mierdas pero un corazón roto puede seguir queriendo, aunque me falte una pequeña pieza..esa que solo tienes tú. 

Hablando de echarte de menos, ¿porqué no me llamas? ¿sabes lo feliz que me haría eso? Poder ver de nuevo tu nombre parpadeando en la pantalla y ponerme nerviosa ¿alguna vez te he dicho que tardaba más de lo normal en responderte para sacarte de quicio? Si me llamaras, te respondería y con solo decirte 'hola' ya vendrías tú alegrando al personal soltando tu 'hola nena' que me caló tan hondo. Entonces hablaríamos de como te ha ido el día, y quizá también del mío, me dirías todo lo que me has echado de menos y te respondería con un 'tengo tantas ganas de verte'. Y justo entonces, en alguno de esos tantos minutos hablando, nos quedaríamos en silencio escuchando ambas respiraciones y notando que a pesar de la distancia, nuestros corazones laten al mismo ritmo..y sonreiría como una tonta (como siempre hacía contigo) y tú para cortar el silencio-dado que los odias- me harías reír con alguna estupidez, como siempre. Si por mi fuera, nos quedaríamos horas hablando pero al siguiente día nos toca seguir con nuestra vida, colgamos sabiendo que mañana nos llamaremos, como habíamos hecho hasta ahora. Y gracias a ti me iría a dormir con una sonrisa, esas que solo tú veías.

Pero volviendo a la triste y cruda realidad, aquí me tienes, mirando fijamente el estúpido móvil deseando que me llames de nuevo pero supongo que tendría que haberme hecho a la idea de que llegaría el día en que dejarías de llamarme. Y te escribo esto mientras las lágrimas me impiden ver lo que escribo, de todas formas si llegaras a leer esto para ti solo serían un puñado de palabras escritas con mala letra y sin sentido, pero para mi son todo lo que tengo; son mis sentimientos por ti, esos que pisoteaste sin piedad.

Pero ya que me estoy sincerando, tenemos que hablar de más verdades..

Se merecen saber que una vez que colgabas el teléfono, tú te dabas la vuelta en la cama y tus brazos rodeaban a otra chica, tus labios besaban a otros labios que no eran míos, y yo que pensaba que tus besos me pertenecían, que estúpida.  Y yo mientras dejaba el móvil en mi mesita de noche, me ponía una de tus tantas sudaderas y me acurrucaba en la cama deseando soñar contigo, como otras tantas noches. ¿sabes? yo muy en el fondo sabía que no podía ser la única en tu vida, sabía que no podía tener tanta suerte. 

Y entonces llegó el día en que decidí dejar de hacer caso a mi estúpido y roto corazón y decidí terminar con esto sabiendo que había muchas cosas que iba a echar de menos, sabiendo que estaba apartándome de la razón por la que yo era feliz, que me alejaba de aquello que me había ayudado a seguir. 

Y llegó la despedida, esa que era tan deseada por ti, y odiada por mi. Recuerdo que te dije 'espero que todo te vaya bonito' con ese puto nudo en la garganta que me impedía decir nada más. Recuerdo que te pedí un abrazo de despedida y me aferré a ti con todas mis fuerzas, coloqué mi cara escondida en tu cuello inhalando esa colonia que echaría de menos que se quedase en mi cuerpo después de perderme en ti y lentamente me separé sabiendo que esa sería la última vez que viviría esto. 

ahí empecé a odiar las despedidas..
el amor..
a ti..

no, en realidad a ti solo te odiaba por no poder dejar de quererte.

quererte, menuda putada. 

Y esta es mi realidad, quién me viera me diría, chica ¿porqué no lo superas? pero es que tú eres insuperable, inolvidable y todo lo que te se pase por la cabeza. 
Y que más me da pasar otra noche más dando vueltas en la cama mientras mis piernas buscan las tuyas y se dan cuenta de que faltan otra noche más, mis brazos abrazarán al cojín aunque todos sabemos que no te llega a la altura pero ahora es lo único que me queda. Me pasaré horas y horas intentando dormir pero lo único que haré será aferrarme a los recuerdos y llorar en silencio deseando que nadie me oiga para que no descubran que aun sigues siendo mi debilidad.

y así pasaré otra noche, un día más y una página de un calendario por arrancar, y chico.. tendrías que saber que los días ya pasan por pasar, y mientras yo me dedico a recordarte pero no a olvidar.'


-Ann.



diumenge, 5 de gener del 2014

Te he superado.

17 de diciembre, en algún lugar entre Barcelona y el infierno.

Querida (aunque no tan querida),
hoy sería nuestro aniversario. En vez de estar celebrándolo juntos, estamos cada uno en nuestra casa. Supongo que para ti es sólo un día más. ¿Pues sabes qué te digo? Que te echo de menos. Que para mí más. Es más, si no me lo hubiesen recordado, ni me habría enterado. Llevo todo el año esperando este día. Me lo ha recordado... ejem, sí... mi hermana. Sí, mi hermana, no sé por qué. Sé que tú estás bien ahora con tu nuevo novio. Y no sabes lo triste que me pone. Pero me da igual. No hago más que pensar en ti. Yo también tengo mis líos. No me he quedado solo sin intentar conquistar a otras. Sí lo he hecho. Mi vida es una puta mierda está genial. Me odio siento bien conmigo mismo. ¿Cómo estás tú? Por favor, dime que me echas de menos. Supongo que bien. Bueno, espero recibir noticias tuyas pronto, muy pronto aunque si tardas no pasa nada. Eres lo único que me importa. Ya no me importas, asúmelo. No te voy a seguir más el juego. Me encantaría hacerlo.
Te he superado. Nunca lo haré.

Ya no te quiere, te amo,

Alejandro.

La carta del día 24.

Pues aquí estoy. Otra vez, escribiéndote. Esta vez, es la vigilia de Navidad, o Nochebuena, aunque siempre he odiado este nombre. Estoy solo, en casa. Las gotas caen y repican contra el cristal de la ventana, y luego se deslizan suavemente hacia abajo, como mi decandencia. Supongo que el cielo hace lo que debería estar haciendo yo, pero nunca he tenido el coraje de demostrarle a nadie mis sentimientos, ni a mí mismo. La niebla va cubriendo poco a poco la totalidad del fondo del valle, al igual que el dolor mi corazón.
Tengo frío. No sé ni para qué escribo, sólo hago que hacerme daño. Tú ahora debes de estar riendo, feliz, bien acompañada, con tu familia, o tus amigos, o... o él. Como no. Apuesto a que ahora mismo estáis abrazados, juntitos, en el sofá. Él te está tocando el pelo y tú te dejas hacer. Tú estás sentada sobre él, y él te envuelve con los brazos, de la misma forma que yo solía hacer. Te sientes bien, segura, estando entre sus brazos. Te transmite calor, afecto. Cariño, ternura. Amor. Todo lo que yo intenté darte sin descanso, aunque tú no lo sabías ver. Ahora estarás, no sé, disfrutando del turrón que su familia te ha ofrecido. Os lo estaréis comiendo juntos, disfrutando de la sonrisa del otro. Nunca supe porque me elegiste, si desde el principio tenías claro que ibas a dejarme por él. Por el que era mi mejor amigo. Él era quien se las llevaba todas, porque claro, tenía físico, personalidad, seguridad y estilo; algo de lo que yo no podía presumir en absoluto. Estaba harto de tener que hablar con la 'afortunada' para darle su número de móvil siempre. Me extrañó mucho que aquel verano me escogieran a mí. No paré a pensar, y sólo disfruté. Pero se acabó demasiado deprisa. Para que pudieses empezar con él. El hombre de tus sueños, ¿no? 
Pero, qué más da. Nunca a nadie le han importado mis sentimientos, ¿por qué iban a importarte a ti precisamente? Tranquila, no te guardo rencor. Seguramente tengo lo que merezco. Estar solo la vigilia de Navidad. Solo, y deprimido.
Perdón por la letra y por los borrones. Me tiemblan las manos, de rabia y de dolor. Y las manchas son lágrimas, pero todo está bien eh.
En fin, ahora sólo es cuestión de tiempo para que mates a tu virginidad, y para que yo me mate a mí mismo. 
Pero eh, que todo está estupendamente, no te preocupes, chica.


-Alejandro.

Dame un billete para vivir mi vida con vistas a la tuya.

'dame un billete para vivir mi vida con vistas a la tuya, anda, déjame levantarme y verte dormido o desvelarme y encontrarte a mi lado, con tu respiración pausada y con esa sonrisa que quiere escaparse pero que tú niegas a enseñarla. 

Quiero poder dar vueltas en la cama y no estar a mis anchas porque ese hueco, que llevaba vacío tantos años, lo has ocupado tú. Que las mejores vistas del mundo las tengo yo al otro lado de la cama, ni en París ni en donde te dé la gana. 

Quiero poder caminar por la calle de la mano de alguien (tú) o al menos saber que si me giro hacia mi izquierda te encontraré ahí. Un billete que me permita verte hasta en tus peores momentos, esos momentos en los que no quieres ver a nadie (solo a mi), cuando lloras, cuando te falta poco para caerte y te acerco mi mano para levantarte, ¿sabes que me caería por ti para que te doliese menor el golpe? 

Pero a cambio quiero que tú cojas el billete que te lleve a mi vida, para que me veas como llego a reírme a carcajadas por culpa de tus cosquillas, para que te fijes en que solo un tonto como tú hace que me brillen los ojos de tal manera que deslumbran, un billete de ida hacia a mis labios y que si cogemos el billete de vuelta, que sea juntos, chico.  

Pero lo que nunca se cuenta en estos cuentos o típicas historias de amor es que los billetes se caducan, igual que el amor. El amor viene siendo como una de esas atracciones de los autos de choque, te subes emocionado queriendo chocarte con todos y dispuesto a dar lo mejor de ti, (y cuando te enamoras también quieres dar lo mejor de ti), sientes esa adrenalina o emoción por todo el cuerpo pero sabes que el viaje no dura mucho (y el amor tampoco), y al final cuando suena ese pitido que te indica que la partida ha acabado, te bajas del auto de choque con ganas de más pero hay veces que no hay más, ya sea porque te has quedado sin dinero, o porque tienes que irte. En el amor sucede exactamente lo mismo, ya no me quedan billetes para estar contigo y poder vivir todo lo que me gustaría, ya sea porque te has ido, o porque se acabó el amor.'


-Ann.

dissabte, 4 de gener del 2014

El café se enfría, y mi corazón también.

'El café se enfría, mis manos también, y por no hablar de mi corazón que está hecho un cubito de hielo. Bajo el volumen de la música para oír con más claridad mis pensamientos, aquellos que debería borrar pero que no puedo. Solo hacen que traerme de vuelta todos esos recuerdos, ¿pero para qué los quiero si tú no vienes con ellos? Al irte tendrías que habértelos llevado, a ellos, a tus cosas, al eco de tus besos grabados en mi mente, a tu olor; aquel que se ha quedado impregnado en mi habitación y en mi..tendrías que haberte llevado todo lo que tocaste, hasta a mi, pero eso se ve que es mucho pedir, ¿no?

Son las tantas de la madrugada, y el cigarro se consume de la misma forma que tú y yo nos consumimos, el cenicero está lleno de colillas de los muchos cigarros que me he fumado, ya ves chico, tendré que engancharme a otra cosa mientras tú no estés pero ¿sabes qué? que la nicotina no te llega ni a la suela, no me da ni de lejos lo que me daban tus besos, tus caricias; esas que vagaban sin rumbo por todo mi cuerpo y sin prisa, sobretodo sin prisa, tu mirada, esa sonrisa, ese todo.. tú. 

y te preguntarás que qué hago a las tantas de la noche pero es que así son todos los días; me siento en la terraza con una taza de café y el paquete de cigarrillos con la música de fondo y empiezo a escribirte para recordarte. 

¿y sabes quién me acompaña también todas las noches?

tú no..

..la soledad.

ella me hace compañía mientras tú le haces compañía a otra, ¿sabes la diferencia? que tú la dejarás pero creo que ésta a mi no planea dejarme por lo que me queda de vida, y no sé si alegrarme o entristecerme pero de todas formas tampoco se está tan mal y si quiero que la soledad me abandone solo tendré que decirle que le quiero, así se irá, como hiciste tú.'


-Ann.

Enamorirse.

No. Ya no podía más. Estaba harto de la misma mierda, día tras día. Era levantarse cada día del mundo, fuese noviembre, abril o julio, y estar mal. Con los que me querían, y conmigo mismo. Estaba harto de estar mal tanto tiempo, sin ni siquiera sonreír de verdad una sola vez desde aquel diciembre, que, al menos para mí, fue más frío de lo normal. No me sentía a gusto conmigo mismo, con la vida que llevaba. Cada día me ponía de máscara una faken smile, y mangas largas. Sólo con eso, conseguía engañar a todo el mundo. O esto, o a nadie le importaba lo suficiente como para darse cuenta, lo cual no era tan descabellado. Nadie sospechaba que cada noche me hundía, que las cuatro paredes de la habitación se me venían encima. Que lloraba noche tras noche hasta dormirme; nadie sospechaba nada de mis ojeras. Siempre estaba en todo para que nadie se enterase, para que nadie me descubriese. En un rincón muy profundo de mi alma, me hubiese gustado que mis amigos me hubiesen conocido bien para ver como estaba en realidad. Que me apoyase, y que no me diese la espalda. Pero supongo que eso es pedir demasiado. Amigos tenía, por supuesto, pero no me merecían. Ninguno de ellos tenía ni la más mínima idea de mi estado de ánimo, de lo mal que lo llegaba a pasar. Seguro que si hubiesen sabido lo que me pasaba, se habrían distanciado de mi.

Nadie me quería de verdad, y esto me lo dejó bien claro ella, la que hundió, pisó y destrozó mi vida. Fue ella quién acabó de romperme la autoestima a pedazos. Si nunca había hablado de ella a mis amigos era para que no me considerasen un romántico asqueroso y empalagoso. Yo nunca lo había sido, sólo era como ellos, uno más. Pero la conocí y todos mis esquemas se hicieron añicos. Me cambió. Me dio falsas esperanzas, me ilusionó, y yo me la creí. Siempre había conseguido que las tías hiciesen lo que yo quería, y pensé que ella sería una víctima más. Pero la víctima fui yo.

Pensaréis que todo esto es muy romántico y bonito y no sé qué, pero no, no lo es nada. Yo no quería ser lo que soy ahora, nunca lo he querido ser. Pero ella me obligó a hacer una metamorfosis. No supe darme cuenta hasta que hube cambiado por completo, y ya no había marcha atrás. Se me comió la seguridad, convirtiéndome en el inútil indeciso que soy hoy. Se me comió también las ganas. Las ganas de hacer, ver, conocer, probar. Las ganas de todo, de nada. Sólo tenía ganas de ella, cada hora, cada día, cada momento del día. De verla, besarla, tenerla al lado. Y cuando me di cuenta, explicadme qué debía hacer si no lo que hago cada noche. Deprimirme, llorar y autolesionarme. Cada noche. Sin excepciones. En el amor no hay excepciones.

No, no es nada bonito, de verdad. Es una pesadilla. Me encanta. No la soporto. La deseo. La rechazo. Me ilusiona. Me trata mal. Me pierde. Me confunde. La amo. La odio. Hago todo lo que ella quiere, sin pensar. Y los remordimientos vienen después. Estoy en sus manos, sabe que haré lo que quiera. Puede ignorarme y hablarme tres meses después, que si veo sus cinco letras en mi móvil, caeré. Es la peor de las pesadillas: enamorirse. 


-Alejandro.