dijous, 16 d’octubre del 2014

Tienes miedo y eso duele.


¿Sabes cuál fue tu error? Decidiste tomar la vía fácil y rápida pensando en que no te iba a doler, preferiste irte de mi vida antes de venir conmigo, buscarme, contarme tus miedos y yo poder calmarte, para eso estaba y no supiste verlo. No iba a decirte que las cosas iban a estar bien porque ni yo misma lo sabía pero hubiese hecho que esos miedos dejasen de controlarte y hubiese evitado ese error tan grande que has cometido. Dejarnos ir, así sin más, sin venir a cuento. De un día para otro, simplemente nos perdimos; como si fuésemos dos enamorados que ya no se quieren tanto y no, joder, yo te sigo queriendo igual o más que el primer día. Sigo siendo la tonta que espera a que vuelvas porque no quiere aceptar que ya te has ido, no puedo. A veces me paro a pensar y me pregunto si todo esto no te duele, si me echas de menos tanto como yo hago contigo; ¿le hablarás a alguien de mi? Cosas estúpidas supongo. 
Recuerdo que me decías que perderme te dolía, hablarme te dolía, no tenerme te dolía pero..¿y lo que a mi me duele no cuenta? Joder, que no hay noche en la que no te llore porque te echo en falta. Me dolió darme cuenta que no tenías la suficiente confianza para contarme todo aquello que te atormentaba, me duele que hayas tirado la toalla y no hayas seguido luchando por algo que, ambos, creíamos que valía la pena. Me duele dolerte. Me dueles. Tú, en todos los sentidos de la palabra dolor. ¿Como coño pasa una persona de hacerte feliz a hacerte daño? No tengo ni puta idea pero, tío, no dolías cuando me llamabas para escuchar mi voz de recién levantada y te reías de mi risa, no dolía el ponerme nerviosa cuando decías que ibas a llamarme sabiendo que odio hablar por teléfono, no dolía saber que te quedabas unas horas más conmigo cada noche, no dolía que hicieses eso por mi, no dolía tener una sonrisa constantemente en mi cara por tu culpa, ni tampoco dolía dejarme el móvil en sonido cada mañana para que tus buenos días fuesen los que me despertaran, no dolía oírte suspirar al otro lado del teléfono sintiendo que lo tenías todo ni tampoco dolía imaginarnos acurrucados juntos en el sofá sabiendo que eso era lo único que necesitábamos, no dolía quererte y joder cómo duele el no tenerte pero, eso ¿a quién le importa? A nadie le importa que eso me duela y si esto es lo que querías, adelante, si querías echarme de tu vida como se echan a las cosas que no quieres, aquí lo tienes. No digo que sea lo mejor, para mi no lo es; pero tenerte a ratos no es suficiente, no puedo fingir que no me duele. Tú me hablas de tu dolor y yo te hablo del mío, dolores distintos pero, chico, el dolor más bonito has sido tú y a veces me paro a pensar y desearía que dejásemos de dolernos y empezarnos a querernos como hacíamos sin importar si los ojalás que nos imaginamos dejarán de ser eso y pasarán a ser aquello que tanto ansiamos. No sé qué coño será de nosotros pero quiero que sepas que aunque me vaya de tu vida, aquí voy a seguir queriéndote; es que no me sale no hacerlo y espero que te valga la pena dejar todo esto porque a mi valer la pena no me la vale, sólo me la da. Es una pena que algo que era tan bonito acabe doliendo tanto, ¿no recuerdas lo felices que habíamos llegado a ser? Dime, ¿dejaste de sonreír en algún momento cuando estábamos juntos? Dímelo, necesito oírlo.
Me cuesta tanto seguir escribiéndote pero siento que esta es la única forma que tengo de tenerte y, joder, te necesito. Recuerdo que una vez me dijiste que no te cansabas de quererme y que me necesitabas, ¿tan rápido te has cansado? No puedo entenderlo pero no te preocupes, supongo que el que habla es este maldito dolor que sólo quiero que se acabe pero parece que se quedará para largo. ¿Sabes lo que pienso? Que no supimos cuidar este amor, no supimos regarlo día a día y a la larga se ha acabado marchitando y ahora ya no queda nada. Sólo quedan un par de desconocidos con recuerdos en común que, en partes distintas del mundo, se siguen queriendo y que por miedo no se arriesgan a tener algo tan bonito como lo que teníamos. Bueno..rectifico; yo sí me arriesgaría pero ya me conoces, yo siempre espero lo imposible aun sabiendo el propio significado de la palabra. Espero que vuelvas y me digas que me quieres; que todo vuelva a ser como antes pero eso es algo que ambos sabemos que no va a pasar, ¿y sabes porqué? Por que tienes miedo, pero yo también lo tengo y aún sabiendo lo insegura que soy ¿sabes qué? Hacía tiempo que había dejado de tenerlo porque tenerte a ti valía mucho más la pena que vivir con ese miedo que a la larga no me daría los besos que tu ibas a darme y que ahora ya no nos daremos. 


-Ann.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada