dissabte, 4 d’octubre del 2014

Gente que no se quiere y están juntos y nosotros, amándonos, nos dejamos ir.

hoy he decidido que ésta será la última vez que te escriba, al menos, de eso intento convencerme. Seguiré escribiendo pero me guardaré para mi el por quién escribo, nunca nadie lo sabrá; se pensarán que solo lo hago por hacer, que no viene por ti. He decidido escribirte y no quemaré la carta, prefiero que se la lleve el viento, quién sabe, quizás llega a manos de alguien que cree que lo más bonito del mundo es el amor y se dé cuenta de cómo son las cosas, que no siempre hay finales felices, que yo no soy para ti tanto como creía que tú eras para mi; que ya va siendo hora que la gente abra los ojos y se dé cuenta de cómo son las cosas en esta vida, que no siempre te quieren con la misma intensidad con la que tú quieres y, casi siempre, resulta que sales perdiendo. Pierdes por el camino las promesas que os hicisteis, los planes con los que soñasteis, las risas que dijisteis que algún día las tendríais a dos centímetros de distancia y no a kilómetros. Pero se han quedado en el intento, un intento demasiado bonito que jamás sucederá y, qué decirte, es una pena. 

He salido fuera a escribirte, sentía que en casa se me venían las paredes encima, cada rincón de allí me recuerda cada cosa que nos dijimos, cada cosa que prometimos que sucedería aunque todo se tornase difícil y, mírame, en medio de la calle hundida intentando encontrar las palabras exactas para despedirme de ti y no las encuentro. Sólo sé que está lloviendo y no me importa mojarme; han habido lluvias peores que he tenido que soportar yo sola y no han podido conmigo. Hace frío, el vaho ha empañado el cristal de mis gafas y he tenido que quitármelas, total me las hubiese quitado igual por culpa de mis lágrimas, ya sabes que las despedidas nunca han sido lo mío. Y me tiemblan las manos, no sé si por culpa del frío o por tu ausencia, por saber que no estarás aquí para calmarme cuando más miedo tenga. Y éste es uno de esos momentos en el que más miedo tengo porque decir 'adiós' es duro si no sabes hasta cuando será el próximo 'hola' y si ni siquiera existirá. Y no sé, hoy es un día en el que no sé nada, ni qué vendrá, ni si volveremos a encontrarnos, si me dejaré buscar cuando me necesites, si te dejarás encontrar cuando note esta ausencia de ti. Es un 'no sé nada' constante que me está matando lentamente por dentro y me siento perdida en medio de tanta gente. Y te escribo, sin saber si entenderás la letra entre tantas lágrimas que han ido a caer en la hoja.. te escribo diciéndote tantas cosas...

"El odio que debería tenerte tendría que ser proporcional a todo lo que he llegado a quererte pero, ya ves, no puedo, he intentado cabrearme con todo esto que siento, con todos los recuerdos que hemos dejado atrás y no puedo porque apareces en cada una de tus fotos con esa sonrisa que hace que se le pase el enfado a cualquiera. Y me vienen a la mente todos aquellos momentos en que te la mordías-la sonrisa, digo- aguantándote esas tremendas ganas de mi sabiendo que el día que nos viésemos ardería el amor y dejaríamos una marca en la historia a besos, y nos versaríamos durante toda la noche queriendo parar el tiempo y recordar ese instante durante el resto de nuestras putas vidas. Pero ese momento no llegó, la historia acabó antes ni siquiera de haber empezado y mira que había oído historias bonitas pero la nuestra las superaba con creces, amor, y en ocasiones como esta pienso en lo injusto que es el mundo, que gente que no se quiere está junta por no acabar sola y gente que se ama por encima de cualquier cosa- como nosotros- se deja ir como si de verdad fuese lo mejor para todos y, no sé como te lo haces para olvidarme tan rápido y yo para seguir queriéndote tan lento, no vaya a ser que se me acabe todo el amor que tengo para darte. Tanto amor que no hemos sabido aprovechar y, es una pena. Mucha gente me dice que te deje ir, que no vale la pena pero eso es porque no te conocen, que no saben que con el sonido de tu risa paras el tiempo, el mundo y quizás también un poco mi corazón pero eso no tiene por qué saberlo nadie. Que me dicen que no sirve de nada quererte si no te tengo pero lo que ellos no saben es que te sigo queriendo por si así te acabo teniendo. Llámame tonta pero,  éstas son las esperanzas que mi pobre corazón quiere albergar pensando en que cualquier día, a cualquier hora, volverás. Y no quiero quitarle la ilusión al pobre, que sé lo que duele."

Y no sé qué me pasa que siempre que le escribo siento que nunca será suficiente, que siempre me faltarán palabras para él, me faltarían hojas y diccionarios para poder decirle todo lo que llego a quererle aún sabiendo que ya es tarde para un par de enamorados como nosotros. Sólo espero que si alguien encuentra esta carta, tenga más suerte de la que hemos tenido nosotros. Y si algún día, por razón alguna lees esto, no me lo digas porque saber que lo haces y no vuelves, duele más que saber que sigues con tu vida como si nada, como si yo no hubiese significado todo lo que prometías pero ya sabemos todos como son las promesas. Hoy te las hacen y nunca te las cumplen. Intento acostumbrarme pero es que, de tus labios parecían tan reales; pero ser no es parecer. Así que si lees esto sólo quiero que me des la copia que te dí de la llave de mi corazón que yo me he quedado sin y tendré que dársela a mi próximo amor, si es que lo hay porque, después de ti, he dejado de creer en el amor porque tú te has llevado todo el mío.


-Ann.

2 comentaris:

  1. Gracias es la única palabra que puedo decirte Ann, no te canses nunca de escribir.

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  2. nunca leí algo tan similar a mi historia. fue una luz gracias por esto y espero que luego de la tormenta que pasaste haya salido el sol por fin.

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