dijous, 23 d’octubre del 2014

Lo que yo te he querido a nadie más voy a querer.


Estoy cansada de prometerme cosas que soy incapaz de cumplir;
Me prometí continuar con mi vida y aquí sigo, ella continúa sin mi.
Me prometí dejarte atrás pero la que se ha quedado ahí soy yo, entre los recuerdos.
Me prometí no pensarte y mi mente ya se sabe de memoria la cantidad de lunares que tienes en la espalda.
Me prometí no llorarte pero estoy intentando comprobar cuando se me acabarán las lágrimas para ti.
Me prometí no esperarte y aquí sigo, esperando que anuncien el siguiente tren a tu vida pero parece que nunca llega.
Me prometí no perder el tiempo pero es que por ti siento que esto no es perderlo. 
Me prometí dejar de quererte y al final sólo he conseguido dejar de quererme.
Me prometí odiarte pero solo lo hice porque no quisiste quedarte.
Me prometí que las cosas irían bien pero no creo que llorarte cada noche encerrada en mi habitación sea el 'bien' que yo quería. 
Me prometí dejar de buscarte pero de la misma forma que el poeta no es nada sin su musa, yo no soy nada sin ti. 
Me prometí que si tú me hacías herida te echaría de mi vida pero aún habiéndome roto- y eso es peor que cualquier rasguño que puedas causarme- te quiero en ella.
Me prometí que si las cosas no mejoraban, que si el sol no salía; yo haría que saliese. 
Me prometí -por aquella gente que me quiere- que pasaría página pero no eres solo una página que pueda pasarse como si no tuviese nada de valor escrito en ella.

La gente me veía hundida y no paraban de decirme que las cosas iban a ir bien pero yo me reía porque sabía que no, porque no son solo dos días echándole de menos. No me digáis que no es para tanto; cuando os enamoréis ya me contaréis si es o no tanto como para sentirte tan perdida como ahora yo me siento. ¿Cómo se le mira al chico que tanto has querido después de perderle? ¿cómo? ¿cómo lo hago sin que se note que le sigo queriendo? Duele, joder si lo hace, y sé que es normal llorar. Lloras porque acabas de llevarte el palo de tu vida y en esos momentos no crees que exista dolor superior a ese, es normal; la herida es reciente y aún está abierta y tú como una gilipollas no dejas de tocarla e impides que cicatrice. Te duele y aún así la rozas sin dejar que se cure porque eso es lo único que te queda de él. La primera noche dolió más que cualquier otra pero iban pasando las noches, los días, los meses y a día de hoy el dolor aún no ha desaparecido pero siento que he aprendido a vivir con él sabiendo que eso es lo único que me queda de ti. Llegará el día en que me mire al espejo y ya no vea esa herida, no la sienta pero tanto tú y como yo sabremos que ha estado ahí, me habré recuperado de ti; de tu ausencia, de tus promesas, de tus palabras, de tus te quiero, de tus sentimientos que a la larga fueron desapareciendo y en ese momento sonreiré al espejo sabiendo que me he recuperado de ti; que encontré la forma de seguir sin ti aún sabiendo que si por casualidad el mundo te pone en mi vida; esa herida volverá abrirse no por si sola sino por mi, yo misma lo haré porque lo que yo te he querido a nadie más voy a querer.

-Ann.

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