dissabte, 1 de febrer del 2014

Dime que..

'dime que sigues leyendo todas mi cartas para mantenerme viva en tus recuerdos, dímelo. Dime que cada noche luchas contra ti mismo para no llamarme. Dime que sigues mirando nuestras fotos mientras piensas en lo mucho que me echas de menos. Dime que te falta la mitad de ti, dime que me buscas cada vez que oyes mi nombre y vendré, cariño, te prometo que vendré. Dime que tú también esperas en todos y cada uno de esos sitios en los que estuvimos, dime que echas en falta apartarme el pelo de mi nuca y besarme en ella. Dime que quieres volver a oír tu nombre en mi boca en formato susurro en tu oreja. Dime que no querías acabar conmigo, ni con esto, ni con nosotros. Yo a cambio te diré todo lo que te echo de menos, si lo hago..¿vendrías? amor, que mi nuca ansia sentir tu respiración tan cerca, mi pelo te busca para que juegues con él, mi corazón hace mucho que no late ni vive, vuelve y hazlo latir, y..¿mis manos? ellas se pasan las noches echando de menos a las tuyas- se pasan los días escribiéndote porque no te tienen para acariciarte y contarte todas las pecas con la punta de mis dedos formando un camino abstracto por el que estoy deseando perderme todas las noches de mi vida- no te tienen, no te tengo. Y escribirte es la única forma que encuentro de tenerte..

..y hago poesía escribiéndote porque no estás para acompañarme y hacer poesía debajo de las sábanas como otras tantas veces, y la cama se me hace tan grande sin ti, la mitad de ella te pertenece, igual que la mitad de mi es solo tuya. Y como cada noche me piro a la cama pero son tantas las veces en las que me despierto al notar que no me abrazas, que ya no estás, que no te tengo.
A veces cierro los ojos deseando despertarme por el sonido de la radio, porque eres tú haciendo el desayuno con música de fondo y que luego vengas a la habitación para despertarme y así notar el olor al desayuno pero también el olor a sexo y a ti, que viene siendo lo mismo. Esas mañanas en las que nos despertábamos y ardía la cama, perdiendo mis inseguridades en tu cuello y ganándote a guerras sobre quién quiere más a quién. Ducharnos juntos y que se quede en mi el olor a ti, jugar con tu pelo enjabonándolo mientras me haces cosquillas con el jabón en mis caderas, esas en las que tantas noches te perdías, ¿recuerdas? Besarte como si no hubiese mañana, como si no tuvieras prisa por salir de ahí y continuar con tu vida porque tu vida es esa que tienes justo delante besándote. Pero todo esto no pasa, nunca pasa. Lo único que ocurre es que me suena el despertador y he empezado a odiar esos cinco minutos que me tiro tumbada en la cama porque no estás y joder, sabes de sobras que esos putos cinco minutos eran solo tuyos, era ese tiempo en donde nos dedicábamos a darnos los buenos días a base de besos y ya no estás para hacerlo.

No estás..que mal suena eso cariño. Así que dime que quieres que vuelva y lo haré. Dilo sin miedo sino acabaré llamándote, ¿sabes las veces que te he llamado y colgaba porque no tenía el coraje de hablarte? ¿sabes que no tenía las fuerzas suficientes para escucharte? Sé que si te llamo y escucho tu voz me vendré abajo, esa era la mejor melodía de todas, ni el mismísimo Beethoven tiene nada que envidiarte..¿pero para qué llamarte? Si sé que no recibiré respuesta, como aquel día en el que me atreví a decirte lo mucho que te quería y tampoco la hubo, cobarde tú por no admitir lo que sentías y cobarde yo por no tener la valentía de llamarte y decirte lo mucho que te extraño, lo mucho que te te necesito..que necesito escuchar tus tonterías, tus susurros, tus mentiras, volver a ver como metes la pata constantemente, volver a sentir como me llenas de besos cada mañana, poder escuchar como cantas cada mañana sabiendo que estás feliz por tenerme, necesito poder moverme en la cama y me abraces más fuerte porque notas que me voy de tus manos. Pero solo me queda despertarme como otro de esos tantos días grises, esos días en los que te levantas y sabes que no es un buen día. Odio levantarme y echarte de menos en la ducha, odio tener que jugar yo sola con el jabón porque no estás tú, odio no poder besarte contra la pared de la ducha y que ni me abraces por la cintura. Ahora lo único que me queda es ducharme al ritmo de la melodía de nuestra canción mientras que las gotas de agua camuflan mis lágrimas, esas que salen solas porque te echan de menos y solo espero que llegue el día en el que entres por sorpresa por detrás y me abraces haciendo que vuelva a sentir todo lo que sentía contigo, pero no quiero engañarme, ahora solo me queda tu ausencia y un puñado de recuerdos de los que sé que nunca me desharé, podrías volver con ellos, ¿de qué me sirven los recuerdos sin ti? Estoy harta de imaginarme que vuelves y que todo vuelve a ser como antes porque luego salgo a la calle y me doy cuenta de que sigues sin estar..veo como llueve y no estás aquí para no dejarme ver la película que nos ponemos por culpa de tus besos, estoy cansada de llegar de nuevo a casa y que no estés para que no me dejes hacer los deberes por culpa de tus besos en el cuello, estoy harta de no poder mirarte mientras duermes porque eso se lo dejas hacer a otras. Yo no podría dejar que otro que no fueses tú me mirase, ni me reiría de la estúpida broma de todas las mañanas de “¿sabes que roncas?” si viniese de otros labios que no son los tuyos. Ni sería capaz de recorrer otra espalda, ni besar otros labios que no son los tuyos porque nunca y repito; nunca me harían sentir lo mismo.

Así que cariño dime que me quieres y lo dejaré todo, no tengo nada que perder, si a ti ya te perdí y no hay nada peor que eso.'

-Ann

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