diumenge, 22 de juny del 2014

Nunca se está preparado para perder a alguien a quién quieres.


'creo que no tendría más de seis años cuando mi vida empezó a cambiar. A esa edad perdí a dos de las personas más importantes de toda mi vida. Y cuando hablo de perder me refiero a que sé que no van a volver porque es imposible. Lo recuerdo como si fuese ayer; estaba en el parque, jugando. Ese día terminó parte de mi infancia; me dijeron que no habían podido hacer nada por ella, que ya era tarde y que nunca más volvería a verla y en ese momento creí morir, saber que nunca más la abrazaría, que no le diría te quiero. Nunca se lo decía porque aun siendo pequeña era muy orgullosa, creía que no era necesario recordar a la gente que te rodea lo mucho que le quieres. Hasta que es tarde..es tarde y te arrepientes de no haberlo hecho ahora que no está. Con seis años me preguntaba por qué coño se había tenido que ir ella y no yo, no era justo. No pude despedirme de ella y decirle lo mucho que echaría de menos que me echara la bronca cada vez que cruzaba la carretera sin mirar o que echaría de menos el olor de ese champú que utilizaba para bañarme que por cierto, aún uso para recordarte. 

No lloré, la gente se sorprendió. Lo que no saben es que lloré como nunca al llegar a casa y encerrarme en mi habitación..creo que nunca en la vida he llorado tanto una pérdida como esa. A día de hoy aún la gente piensa que no me dolió perderla pero ahora mismo, justo ahora, las lágrimas que estoy derramando no muestran lo mismo. 

Y..la segunda pérdida no es alguien que no tenga, simplemente que mis padres decidieron coger caminos distintos y, no sé, duele ver como a uno de ellos le importas una mierda, no le importa si todo va bien o mal, no se preocupa por si te acaban de romper el corazón, por si llevas bien las mates o por si estás hundida y necesitas un abrazo que solo esa persona puede darte. Recuerdo que cuando tenía seis años y me dijeron que íbamos a irnos de casa miré a mi padre fijamente y le dije '¿que hacen con todos nuestros muebles? ¿se los llevan a alguna parte?' y él me dijo 'sí, se los llevan pero nosotros también nos vamos' y como una niña inocente dije 'mamá sabrá donde colocarlos' y lo dije sin saber que ella no iba a venir. Sin saber que a partir de ese día ella elegiría su camino y yo el mío, choqué con la realidad días después de haber dicho esa puñetera frase. 
En ese momento sentía que yo tenía la culpa de todo, no sé, tonterías de niña. A veces, me gustaría volver tiempo atrás para que todo estuviese como antes, quizás así podría haber sido más feliz, haber crecido de diferente forma, como todos los niños normales que crecen en una familia feliz. Y ahora miro alrededor y me doy cuenta de que me siento igual de sola que me sentí en ese momento cuando tenía seis años, como si me hubiese quitado mi peluche favorito sabiendo que no me lo van a devolver..

Desde entonces, a lo largo de mi vida he ido perdiendo a más gente, unas pérdidas más dolorosas que otras, unas las he llorado más y otras menos pero solo hay tres pérdidas a las que sigo llorando, éstas dos y la de él y, chicos, nunca se está preparado para perder a alguien a quien quieres.'

-Ann.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada