'-Para ti es fácil decir que pase de ella cuando no has sentido lo que yo.
-Enamorarse es de idiotas- me dijo- Y sabes que te advertí que no deberías hacerlo, tío.
-Cuando te pase a ti, me entenderás- respondí y me acerqué a la barandilla del balcón con mi cigarro en mano. No podía haberme dejado, no, joder. Tenía la mirada fija a esas vistas que se podían apreciar desde mi ventana pero me sabían a poco después de haber visto su cuerpo desnudo iluminado por la luz del amanecer. Desde que no estaba todo me recordaba a ella y a su ausencia. ¿como iba a vivir sin tenerla? ¿podía? no quería ni saberlo.
Cerré los ojos y me vino en mente las muchas veces que había deseado poder ver su pelo esparcido por mi almohada o en mi pecho, notar su sonrisa en mi cuello después de haberle hecho el amor, notar sus manos frías recorrer cada centímetro de mi espalda cuando la necesitaba más que nunca. Sabía que echaría de menos poder esconderme en su pelo para que el miedo no me encontrase. No quería ni imaginarme lo que sería de mi sin poder hacerla rabiar, ni sin poder ver su ceño fruncido o escuchar esa risa que me daba la vida. Echaría de menos no poder entrelazar su pequeña mano con la mía, ni poder besarla diciéndole a su vez que todo iría bien si me tenía allí con ella. Echaría de menos poder cogerla a horcajadas cada vez que se acercaba a mi corriendo diciendo que me había echado mucho de menos. Echaría tantas cosas en falta..
-¿Estás bien?- escuché que decía mientras apoya su mano en mi hombro.
-Sí, claro que sí- susurré.
-Si fuera así no estarías llorando- le miré y entonces me di cuenta que tenía razón. Lancé el cigarrillo al suelo, no me importaba estar llorando por ella. Miré fijamente la pared y él entendió lo que quería hacer y se puso entre la pared y yo- Pegarla no va a hacer que te sientas mejor.
-Pero es que necesito sacar esto, joder- me acerqué más a él pero me impidió el paso.
-No lo hagas, eso no va a hacer que vuelva- aparté la mirada, no me gustaba que él me viese llorar, yo era fuerte antes de ella, joder.
-Ya nada va a hacer que vuelva- cerré los ojos fuertemente y me senté en una de las sillas del balcón, escondí mi cara entre mis manos.
-Eh- apoyó su mano en mi espalda- Vendrá otra cuando menos te lo esperes.
-¿Pero es que no entiendes que no quiero a otra?- le miré, me costaba hablar- Cuando te enamores sabrás que solo la quieres a ella, que me da igual que vengan otras tantas diciendo que me quieren, no me sirven de nada sus palabras si no vienen de los labios de ella, joder- me pasé la mano por los ojos- Que sé que la he cagado pero, dios, la necesito aquí conmigo- suspiré- Todos tenemos derecho a equivocarnos y aprender de ello- dije- Ella ha metido la pata miles de veces y yo la he perdonado como un gilipollas porque soy incapaz de sacarla de mi vida así como así, ¿sabes?
-A ella no le ha costado, quizás es que no te quería tanto.
-Saber eso no hace que la quiera menos- respondí- Que es ella, joder- sabía que me iba a costar dejar de llorar- Que lo que tanto había buscado se ha ido y no sé como seguir.
-No tendrías que haber dado tanto por ella, tío.
-¿Sabes lo peor?- le pregunté.
-¿Qué?
-Que volvería a hacerlo- dije- Volvería a enamorarme de ella una y otra vez aún sabiendo que al final acabará saliendo de mi vida.'
-Ann.
Escribís los dos muy bonito y os leo cada una de las entradas, porque realmente transmitís sentimientos en cada entrada,, en cada palabra. Me encantaria que leyerais mi blog y me dierais vuestra opinion, seria muy importante
ResponEliminaMi blog es: http://viajaalpaisdenuncajamas.blogspot.com.es/
que adorable, vale cielo cuando pueda me pasaré, ¿vale? <3
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