Romperme entre sus brazos que no el seguir rota sin estar en ellos...

Él no me rompió el corazón, me lo rompí yo sola por querer a un imposible, por querer a alguien incapaz incluso de quererse a sí mismo, si no se quería él ¿cómo iba a quererme a mi? ¿si él estaba roto como iba a arreglar los pedazos que otro capullo me había dejado? Era imposible, solo hacía falta mirarme para saber que en dos minutos se piraría de nuevo como si todo lo que me hubiese dado no hubiese importado. Y no sé, me he quedado aquí, sola, me ha dejado vacía y no me sale el seguir, parece que las cosas cuestan más sin él. Me suena cada puta mañana el despertador cuando antes solo me despertaban sus buenos días, salgo de la cama notando el frío cuando antes era él el que me abrazaba para darme calor. Y es que joder, no había mejor despertador que su voz ronca y sus caricias a las siete de la mañana y ahora ponga la canción que ponga de alarma no tiene ni punto de comparación a él. A su risa, a sus quejas, a su.. todo. Y he intentado besar a otros labios, querer a otros chicos pero parece que ninguno es suficiente como aquel chico roto que no lo parecía tanto cuando estaba conmigo, parecía que nuestros trozos se unían cada vez que nos abrazábamos, cada vez que hacíamos el amor o nos besábamos, en esos instantes lo teníamos todo, era yo, era él, éramos nosotros. Y desde que se ha ido no sé ni quién soy, si él sigue siendo aquel chico del que sigo enamorada ni tampoco sé si habrá algún nosotros como aquel que viví junto a él, a veces lo pienso y sé que no, que es imposible. No hay dos personas como él y aunque la hubiese siempre volvería a sus brazos, volvería a la escena del crimen de nuestro roto corazón aún sabiendo que existe el peligro de volver a romperme pero es que hasta suena bonito el romperme entre sus brazos que no el seguir rota sin estar en ellos. 

-Ann.