'me apoyé en la pared y me deslicé hacia el suelo observando las vistas que habían desde el balcón. Hacía frío, tenía la piel de gallina y sólo se podía apreciar el humo del cigarrillo que tenía entre los labios. Se escuchaba la música de fondo, se notaba que todos se lo estaban pasando bien en la fiesta menos yo. Podía oír la música pero mis pensamientos eran mucho más fuertes que ella. Mantuve la vista en un punto fijo, no porque tuviese algo en qué fijarme, simplemente intentaba dejar la mente en blanco y olvidarme de las ganas que tenía de llorar. Pero no podía. Escuché que se habría la ventana pero ni siquiera me giré, solo sé que alguien acabó sentándose a mi lado.
-¿Desde cuando fumas?- la miré de reojo.
-En ocasiones hay que cambiar de vicio- intenté reírme pero no pude.
-Te estaba buscando- río y me hizo una seña para que le pasara el cigarro, se lo ofrecí- ¿Te molesta que me quede?- negué con la cabeza- ¿Y qué haces que no estás en la fiesta? Hay cada chico..- negué con la cabeza.
-No me apetece- respondí mirando al frente- Que a vosotras os llene conocer a tíos cada noche y tener algo con ellos no significa que yo vaya a hacer lo mismo- me arrepentí al momento de mi ataque de sinceridad- Lo siento- la agarré del brazo al notar que se levantaba- No quería decir eso.
-Sí querías- suspiró y volvió a sentarse- Ninguna de nosotras tiene la culpa de que estés como estás y parece que lo pagas con nosotras.
-¿Recuerdas cuando a ti de dejó..-me interrumpió.
-Lo recuerdo, no hace falta ni que lo nombres- sonrió con nostalgia.
-¿Recuerdas que estuve ahí como la que más?- ella asintió- Pues si estoy así es porque parece que a ninguna de vosotras os importa como estoy- la miré- Ni siquiera has preguntado como estoy.
-¿Como estás?- susurró.
-¿Ésta es en la parte en la que te digo que estoy bien, tu me crees y te levantas y te vas a seguir con la fiesta, no?- ni la miré- Al menos finge que te importa.
-¿Y qué quieres que haga?- alzó la voz- Por mucho que te lo pregunte vas a soltarme lo mismo de siempre, que le echas de menos.
-Y tú- la miré- Como siempre me dirás que todo irá bien y que lo olvide- lancé al aire una carcajada- Pero no puedo- pronuncié y se hizo el silencio.
Ambas nos miramos durante unos segundos y sonreímos.
-No quiero pelear contigo por llevar unas copas de más- dijo.
-Pero sabes que tengo razón.
-La tienes pero yo también la tengo- apoyó una de sus manos en las mías- Deberías olvidarle.
-¿Y luego qué?
-No te entiendo.
-¿Que luego que se hace?- la miré- ¿Se sigue como si nada? ¿Te deja la persona que quieres y todo vuelve a ser como antes? Porque para mi nada lo es- notaba como me brillaban los ojos- Me despierto todas las mañanas deseando encontrar un mensaje suyo diciendo que me quiere y que me echa de menos pero nunca pasa. Cada día espero que al siguiente aparezca de nuevo y sería capaz de darle otra oportunidad incluso después de todo el dolor que nos hicimos, sería capaz de dejar toda mi vida por volver a tenerlo aquí.
-Pero no puedes.
-No- reí- Por eso fumo- me miró- Intento engancharme al tabaco para así no recordar sus besos pero qué quieres que te diga, no tiene ni punto de comparación- me pasó el cigarrillo y lo miré fijamente- Pero tampoco son tan distintos, éste me mata por dentro y él también lo ha hecho- noté como se deslizaba una lágrima por mi mejilla y me la limpié- Es cuestión de tiempo que acabe conmigo- apagué el cigarrillo- Hay diferentes formas de joderse la vida aparte de enamorarse y desde hace unos días que ya estoy jodida, por joderme un poco más no creo que importe.
-¿Y no crees que el estará igual o peor que tú?
-Puede- la miré- Pero si lo está no sé por qué se ha ido- suspiré- Él ha querido irse y yo aquí sigo, igual que antes, esperándole. Él siempre decía que era fuerte y estoy demostrándoselo. Me duele, joder si me duele no tenerle pero lucho contra todo lo que puedo- cerré los ojos- Hubiese estado más que dispuesta a ser fuerte por los dos en nuestros momentos de debilidad- susurré.
-No siempre puedes dar la cara por todos, ¿lo sabes?
-Lo sé, pero por él daría la cara- sonreí- También daría la vida- me miró- Incluso te diría que le daría mi corazón pero es tontería porque ya lo tiene.'
-Ann.
Me encanta como escribes.
ResponEliminaSigue así!
Tienes otra seguidora :)
Un beso